¿Por qué los jefes demócratas no han hecho nada sobre el veto a Huawei?

Nancy Pelosi (centro), jefa de la Cámara Baja de Estados Unidos, rodeada de legisladores demócratas. / Twitter
Nancy Pelosi (centro), jefa de la Cámara Baja de Estados Unidos, rodeada de legisladores demócratas. / Twitter

El veto de Donald Trump a las empresas chinas llegó mediante una orden ejecutiva, una herramienta legislativa que el Congreso no puede rebatir.

¿Por qué los jefes demócratas no han hecho nada sobre el veto a Huawei?

El mundo se alborotó desde el domingo luego de que Google decidiera dejar de proveer a Huawei con su sistema operativo Android. La tecnológica californiana tomó esta acción a raíz de un veto que hizo el presidente Donald Trump. Pese a lo importante de esta prohibición y sus serias consecuencias, hasta ahora los líderes de la oposición en el Congreso, el principal contrapoder que tiene el mandatario, han pasado de puntillas. Ese silencio se debe a que el veto llegó mediante una orden ejecutiva.

Una orden ejecutiva es una herramienta legislativa concedida exclusivamente al Organismo Ejecutivo de Estados Unidos a fin de que éste pudiera aprobar leyes sin necesidad de pasar por el consentimiento del Legislativo. Está descrita en la Constitución estadounidense y otorga al presidente de turno una batería amplia de competencias ejecutivas y grandes poderes. Su uso se extiende hasta el mismo George Washington.

Eso sí, pese a ser una atribución exclusiva del presidente no quiere decir que no tenga un rango de ley. Nuevamente, no se necesita la bendición ni de la Cámara de Representantes ni del Senado, mas debe ser revisada por los tribunales como cualquier otra ley. Al mismo tiempo, estas órdenes no pueden contradecir otras leyes en vigor ni tampoco la Constitución. El Organismo Legislativo no tiene facultad para suspender estas leyes o para declararlas inválidas, mas sí puede aprobar otras que estrechen su margen de acción.

La única forma en que el Congreso puede levantar un veto emitido desde la Casa Blanca es mediante dos votaciones, una en la Cámara Baja y una en la Alta. La votación se gana con dos tercios de los votos a favor de la moción. Es muy difícil que uno de los dos grandes partidos tenga mayoría en ambas instancias del Parlamento, por lo que por lo general las órdenes ejecutivas se mantienen hasta el final del mandato del presidente que las emite. Al ser sucedido en el cargo, el nuevo jefe de Estado sí puede derogarlas sin impedimentos.

Las órdenes ejecutivas son una herramienta recurrente entre los presidentes de los Estados Unidos. Hasta el día de hoy, el presidente que más acudió a esta medida fue Franklin D. Roosevelt, quien firmó un total de 3,522. @mundiario

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