El jefe del Pentágono renuncia luego de que Trump ordenara el regreso de las tropas de Siria

Donald Trump, presidente de EE UU; y Jim Mattis, jefe de Defensa. RR SS.
Donald Trump, presidente de EE UU; y Jim Mattis, jefe de Defensa. / RR SS.

Una nueva baja se suma a la Administración estadounidense, en este caso, es el general Jim Mattis, quien no está de acuerdo con que el presidente repliegue a las tropas en pleno conflicto sirio. Los aliados de EE UU, Reino Unido y Francia, han señalado el peligro que representa una retira temprana del territorio actualmente disputado por las tropas del régimen sirio, que cuenta con la ayuda rusa, los opositores y terroristas.

El jefe del Pentágono renuncia luego de que Trump ordenara el regreso de las tropas de Siria

Dos años duró Jim Mattis como jefe del Pentágono. Ha superado a otros que se fueron más temprano como John Kelly,exjefe de gabinete, o H. R. McMaster,exconsejero de Seguridad Nacional; todos generales nombrados por Donald Trump una vez se convirtió en presidente. En aquellos tiempos los adulaba, pero ahora, se distancia de sus posturas gracias que se plantan contra muchas de sus ideas más radicales. La última de ellas ha sido el repliegue de las tropas estadounidenses del conflicto en Siria, algo en lo que no concuerda con Mattis, lo que ha propiciado la jubilación temprana del general.

Trump ya se hizo presente en Twitter señalando que Mattis dejará su cargo en febrero con distinciones. El distanciamiento entre ambos ya era conocido, pero el conflicto en Siria parece haber minado su complicada relación. Conocido como ‘perro furioso’, el militar ha lanzado una carta de renuncia dura, pero también llena de reflexiones que seguramente calará en muchos estadounidenses.

Mattis expresa que decide irse porque, al parecer, el presidente necesita de un responsable de Defensa con “puntos de vista” más alineados con los suyos. “En tanto que EE UU permanece como la nación indispensable en el mundo libre, no podemos proteger nuestros intereses o servir ese papel de manera efectiva sin mantener alianzas fuertes y mostrar respeto a esos aliados”, dice el militar, que no desaprovechando la ocasión para lanzar algunos dardos contra el unilateralismo de Trump.

El general, de 68 años, ya estaba retirado del Ejército luego de pasar 40 años en el cuerpo de Marines, cuando recibió de parte de un Trump recién electo la invitación de pasar a dirigir el Departamento de Defensa. Mattis es un hombre respetado, inteligente y lo suficientemente paciente como para estar en ese puesto. Lleva consigo dos apodos muy dispares: “perro furioso”, por su agresividad en el campo de batalla, y “monje guerrero”, por su inteligencia y estrategia. Esta nueva baja solo se suma a la larga lista que acumula la Administración de Trump.

El adiós de Mattis no es una gran sorpresa tampoco. El pasado octubre el mandatario dejó estas palabras sobre el general: “Creo que es una especie de demócrata, si quiere que le diga la verdad”, y agrega, “puede que se vaya, quiero decir, en algún momento, todo el mundo se va. Todos. La gente se va. Esto es Washington”.

La retirada de Siria solo dinamitó la relación ente ambos e hizo más evidentes sus diferencias. Hace poco ya Mattis había asegurado que un repliegue prematuro de Siria podría “dejar un vacío que puede ser aprovechado por el régimen de El Asad o sus apoyos”. @mundiario

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