Jean-Marie Le Pen, el hombre que unió a toda Francia en su contra en 2002

Marine y Jean-Marie Le Pen, del Frente Nacional. / Twitter
Marine y Jean-Marie Le Pen, del Frente Nacional. / Twitter

El fundador del Frente Nacional ya pasó a la segunda ronda de las elecciones hace 15 años en las que perdió por 64 puntos de distancia, una cifra récord.

Jean-Marie Le Pen, el hombre que unió a toda Francia en su contra en 2002

El ecosistema político de Francia siempre había tenido al Partido Socialista y a Les Républicans! como las especies predominantes. Izquierda, representada por los socialistas, y derecha, representada por los conservadores, sin lugar para matices. Las de este 2017 serán la primera vez en la historia en que ninguno de los dos candidatos que han avanzado a la segunda vuelta pertenecen a ninguno de los dos grandes partidos. El golpe es particularmente doloroso para los derechistas, puesto que siempre habían logrado poner al suyo en la ronda final, en tanto que los izquierdistas ya se habían quedado sin superar el primer filtro electoral en un par de ocasiones.

Este año el Palacio del Elíseo se lo disputan dos aspirantes antiestablishment. De un lado, el centrista y emergente Emmanuel Macron, y por otro la eurófoba Marine Le Pen. La segunda pertenece al Frente Nacional, el partido de extrema derecha que ha levantado ampollas a Europa desde su creación y que, por segunda vez en su historia, ha pasado la segunda ronda de las elecciones presidenciales. No obstante, su primer y único antecedente no invitan al optimismo.

Fue en 2002 cuando el padre de la hoy líder del populista frente, Jean-Marie Le Pen, avanzó a la segunda batalla contra Jacques Chirac, representante de los conservadores. Le Pen no ofreció ningún tipo de resistencia y terminaría perdiendo por 64 puntos porcentuales, la mayor distancia entre dos rivales por la Presidencia en la historia del país. Aunque vale decir que Chirac sacó tajada de una coyuntura política completamente distinta a la actual.

Hace 15 años, Chirac fue arropado por la totalidad de la clase política más tradicional de su países. Los partidos y figuras de influencia hicieron piña en torno al líder derechista como alternativa al descabellado Le Pen. El temor porque el fundador del Front National se hiciera con la victoria llevó a los políticos a olvidar sus diferencias. De la izquierda y la derecha, el corazón diplomático de Francia se unificó para llevarse por delante a quien luego sería relevado por su propia hija. Años después, la familia Le Pen vuelve a tener a uno de los suyos como serio aspirante a la jefatura de Estado. Si bien la distancia entre ambos sigue dando la victoria a Macron, nunca el partido antieuropeo había estado tan cerca del triunfo definitivo.

En favor de la eurodiputada juega de que la clase política de Francia está partida en varios pedazos. El pasado banquero de Macron ha levantado recelos entre algunos partidos como el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, quien juntó siete millones de papeletas en la primera vuelta. El líder del partido Francia Insumisa era uno de los banquetes más codiciados para este segundo balotaje, mas eligió mantenerse al margen de ninguno de los dos aspirantes y dejó a discreción de los suyos por quién votar. El partido republicano, golpeado y linchado políticamente y mediáticamente por el escándalo de los sueldos dados a su esposa mientras era parlamentario, optó por brindar su apoyo a Macron.

Los sondeos previos a los comicios colocan a Macron como el triunfador final. La distancia entre ambos sería de poco más de 12%, con una abstención que podría llegar a casi el 40%, una cifra récord.

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