El izquierdista Pedro Castillo se impone en la primera vuelta en Perú

Pedro Castillo ha sido el ganador de la primera vuelta en Perú.
Pedro Castillo ha sido el ganador de la primera vuelta en Perú.
Según un reporte parcial de la autoridad electoral, este maestro sindicalista se mete a la segunda vuelta. La conservadora Keiko Fujimori sería rival en el balotage final. 
 
El izquierdista Pedro Castillo se impone en la primera vuelta en Perú

Las elecciones generales en Perú han dejado un sorpresivo resultado este domingo. El candidato izquierdista Pedro Castillo se impone en la primera vuelta con un 18,1% de los votos, según los reportes parciales de la encuestadora Ipsos y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). La conservadora Keiko Fujimori (14.4%), por su lado, se consolida como su rival en el balotage final que se realizará el próximo 6 de junio. 

Este escenario polarizado nadie lo espera en el país sudamericano. En los últimos días, las tendencias marcaban al exparlamentario Yonhy Lescano (Acción Popular) y el economista Hernando de Soto (Avanza País) en los primeros lugares. Las tablas de los sondeos, no obstante, también indicaban un crecimiento lento de Castillo y Fujimori. Ambos aspirantes, al parecer, capturaron el voto de los indecisos que bordeaba el 20%.

Castillo, de 51 años, es maestro de profesión y postulante por el partido Perú Libre. Se hizo conocido en 2017 cuando lideró las protestas en contra de la  evaluación periódica de los docentes propuesto por la entonces Administración de Pedro Pablo Kuczynski. Con sombrero de ala ancha y un caballo de paso, Castillo votó en la provincia de Chota, en la región Cajamarca. “El pueblo es sabio, el pueblo entiende, estoy comprometido con el pueblo que hoy ha salido a las urnas a reflejar democráticamente esto”, dijo a los periodistas al conocerse los primeros resultados. 

La profunda desconexión territorial que existe en Perú se evidenció en esta elección. El centro y el sur apostó por Castillo al considerarlo como una opción antisistema. Y eso se traduce en sus propuestas radicales como instaurar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución, imponer un modelo de economía popular que nacionaliza sectores estratégicos y destinar 10% del Producto Interno Bruto (PIB) para los sectores de educación y salud. 

Sin embargo, sobre Castillo también han pesado acusaciones como cobijar a Vladimir Cerrón, exgobernador de la región Junín que fue sentenciado por corrupción en 2019. Además, los nexos que tuvo con un organismo de fachada del grupo terrorista Sendero Luminoso. En más de una ocasión, el aspirante del lápiz -símbolo de su partido- no ha deslindado de estos asuntos. 

En la otra orilla está Keiko Fujimori. De confirmarse las tendencias, la hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) tendrá la oportunidad por tercera vez de llegar al Ejecutivo. En 2011 se dio su primera derrota ante el expresidente Ollanta Humala y, cinco años después, obtuvo la misma suerte contra el economista Pedro Pablo Kuczynski. Fujimori tiene un fuerte antivoto en el país. Y esta percepción se ha consolidado porque es sindicada como la culpable de la crisis política del último quinquenio. 

En el periodo 2016-2018, el partido fujimorista Fuerza Popular no dejó gobernar a la Administración de Kuczynski. Las interpelaciones y las censuras provocaron la caída del ex banquero de Wall Street y abrió paso al ascenso de Martín Vizcarra al poder. Lejos de caer en el sabotaje, Vizcarra sí tuvo una posición frontal contra el fujimorismo a tal punto que cerró constitucionalmente el Parlamento en septiembre del 2019.

Mientras se daba este enroque, Keiko cayó en prisión dos veces. La fiscalía ha solicitado 30 años de prisión para la aspirante presidencial por los aportes irregulares a sus campañas electorales del 2011 y 2016. Si en caso logrará ganar las elecciones, la política evadiría el proceso judicial y terminaría siendo procesada recién en el 2026.

Fragmentación

A la polarización entre los finalistas del balotage también se le agrega la conformación del nuevo Parlamento. Los reportes apuntan que habrá cerca de 11 bancadas. Las formaciones Perú Libre y Acción Popular serían las primeras minorías. De ahí seguirían el fujimorismo, Alianza para el Progreso, Renovación Popular, Avanza País, Juntos por el Perú, Podemos Perú, Victoria Nacional y Partido Morado. 

Con este panorama, el próximo inquilino de Palacio de Gobierno tendrá el deber de formar una coalición que le permita gobernar los cinco años. Y es que la tentación de la vacancia por incapacidad moral permanente sigue allí como un plan B para la futura oposición al Ejecutivo que podría llevarnos otra vez a una inestabilidad donde el único perjudicado es el Perú. @mundiario

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