En Italia es lunes de Renxit

Matteo Renzi.
Matteo Renzi.

Que los referendos los carga el diablo es algo sabido. Después del Brexit o de los resultados del referéndum de paz en Colombia, Renzi debería haber aprendido algo. Especialmente cuando decide y amenaza convertir la reforma de la Constitución italiana en un plebiscito sobre sí mismo.

En Italia es lunes de Renxit

¿Por qué se convocan referéndums con el riesgo claro que suponen? Obviamente nadie que convoca uno espera perderlo, pero siempre hay una posibilidad y máxime en momentos de tanta incertidumbre política como los que vivimos. Las respuestas son  tan variadas como las cuestiones planteadas y el contexto político en el que se plantean. Pueden responder a motivos puramente partidistas o de política interna, como en el caso del Brexit (Cameron contra Farage), pueden convocarse para reforzar una posición gubernamental en materia de inmigración para soslayar los condicionantes políticos y jurídicos que impone la pertenencia a la Unión Europea (Hungría y su referéndum sobre inmigración) o pueden servir para tratar de culminar una ardua negociación de varios años con un grupo terrorista y alcanzar un acuerdo de paz, como en Colombia. En el caso de Italia, Renzi necesitaba engordar su liderazgo ante los serios problemas del país, desde el necesario sufrimiento de la reestructuración bancaria que le queda por vivir a los graves problemas de competitividad de la tercera economía del euro.

Pero nos preguntábamos por qué se convocan referéndums de alto riesgo. También puede ser que los políticos pretendan tener los mejor de los dos mundos: ser elegido para adoptar decisiones complejas y endosárselas a la ciudadanía vía consulta para agrandar su figura y garantizarse la reelección.

Renzi se ha llevado un revés en toda regla. Toca dimitir y caminar hacia el presidente de gobierno número sesenta y cuatro en setenta años de república

Lo que han votado los italianos es que no quieren una reforma de la Constitución, al menos no la que ha planteado el jefe de gobierno. Cuando Renzi inició esta aventura lo primero era lo que quería cambiar: adelgazar la estructura de la administración pública italiana, empequeñeciendo el Senado, recuperando competencias para el gobierno central, reduciendo provincias y competencias regionales, pero al final el referéndum se convirtió en lo que se han convertido todos los referendos de un tiempo a esta parte: en un plebiscito sobre el que lo convoca. Como a otros a Renzi se le ha ido de las manos.

En realidad a los españoles poco nos importa lo que pueda pasar en el gobierno italiano, no en vano ese país está más que acostumbrado a la inestabilidad política. Lo que sí debiera preocuparnos es cómo afectará esta situación a la zona euro. Tres son los asuntos a vigilar: la moneda única (los partidarios del no en el referéndum apoyan la salida de Italia del euro, desde Grillo hasta la Liga norte), la deuda pública italiana (esta mañana la prima de riesgo estaba en 170 puntos) y la próxima reestructuración bancaria italiana.

Dragui, presidente del Banco Central Europeo ha asegurado que si, dadas las circunstancias, tiene que sacar la manguera del BCE y regar Italia, lo hará. No en vano Dragui es italiano. @EgeaPilar

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