Israel no dejará entrar a Toledo hasta que no aclare sus asuntos con la ley

Alejandro Toledo, expresidente del Perú. / Mundiario
Alejandro Toledo. / alejandrotoledo.pe

El Gobierno de Perú maneja la información que el exmandatrio se encuentra en San Francisco, Estados Unidos, y desea trasladarse hasta Israel donde tiene amistades y contactos.

Israel no dejará entrar a Toledo hasta que no aclare sus asuntos con la ley

Israel anunció este domingo 12 de febrero que rechazará el ingreso del fugitivo ex presidente peruano, Alejandro Toledo, a quien le recae una orden de captura internacional bajo cargos de haber recibido sobornos de $20 millones de la empresa brasileña de obras públicas Odebrecht, reseñaron agencias.

“(AlejandroToledo será autorizado (a ingresar) en Israel únicamente cuando sus asuntos pendientes en Perú estén solucionados”, dijo en un comunicado el vocero del ministerio de Asuntos Exteriores, Emmanuel Nahshon. Lima sospecha que Toledo podría buscar refugio en Estados Unidos o en Israel, debido a que su esposa Eliane Krap tiene esa ciudadanía además de la francesa y la belga. La policía peruana lanzó una orden de arresto internacional contra el exmandatario, de 70 años, quien fuera durante un tiempo alabado por su labor contra la corrupción.

El expresidente niega las acusaciones, asegurando que se trata de una persecución política, pero hasta ahora no ha sido capaz de explicar de dónde procede el dinero de origen dudoso

En un principio se creía que podía encontrarse en París, pero el Gobierno de Perú dijo el viernes qué según sus informaciones, Toledo podría estar en San Francisco (California, EEUU) y con la intención de volar a Israel. Las autoridades estadounidenses e israelíes ya han sido alertadas, precisó el ejecutivo peruano.

Toledo se encontraba en la universidad de Stanford, cerca de San Francisco, centro en el que obtuvo su Doctorado en Economía. La justicia peruana emitió una orden de captura internacional y prisión preventiva de 18 meses para él, acusado de recibir 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht para favorecerla con la construcción de una carretera.

El expresidente niega las acusaciones, asegurando que se trata de una persecución política, pero hasta ahora no ha sido capaz de explicar de dónde procede el dinero de origen dudoso. En un principio dijo que se trataba de un préstamo de su suegra, que a su vez lo habría obtenido como sobreviviente del Holocausto. Pero su ex vicepresidente, David Waisman, un miembro prominente de la comunidad judía en Perú, negó la veracidad de esa explicación.

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