¿Es inevitable para Israel una nueva guerra contra el Líbano y Gaza?

El titular de Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, afirmó a un medio que las nuevas operaciones militares contra la sitiada Franja de Gaza y el Líbano son un hecho.

"Una cuarta operación en la Franja de Gaza inevitable del mismo modo en que lo es una tercera guerra en el Líbano", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores del régimen de Tel Aviv, mientras todavía el mundo espera respuestas por el asesinato de un soldado español en el sur libanés. Las declaraciones de uno de los principales promotores de la guerra en Israel fueron realizadas este domingo al portal Ynet.

Pese a que Israel viene realizando operaciones militares contra soldados de Hezbollah en Siria, que combaten contra las organizaciones terroristas de Jabhat al Nusra y el ISIS (aka Daesh, Estado Islámico), Lieberman culpa a la milicia shiita de la escalada del conflicto: "No hay dudas de que las reglas del juego han cambiado por lo que Hezbollah está forzando sobre nosotros", afirma Lieberman.

El hecho al que el responsable de la cartera de Exteriores de Israel hace referencia es al ataque a un convoy militar israelí en los Altos del Golán, el 28 de enero pasado, en el que murieron entre 2 a 15 israelíes, según las fuentes citadas. Los Altos del Golán están ocupadas por Israel desde 1967.

Lo cierto es que esa operación fue en retaliación a una serie de ataques de Israel en territorio sirio, el último de ellos acontecido el 18 de enero, en el que murió un general iraní y un comandante de Hezbollah y otros cuatro miembros de la milicia libanesa.

Según el funcionario, la sitiada y desvastada Gaza ha reconstruido sus capacidades militares: "Vimos diez cohetes lanzados al mar en la última semana y vemos como están reconstruyendo su arsenal", en relación a Hamas.

Entre el 8 de julio y el 26 de agosto de 2014, Israel lanzó la Operación Margen Protector contra la población civil de Gaza, en respuesta por la presunta culpabilidad de los palestinos del asesinato de un jóven israelí, pese a que Tel Aviv nunca presentó una sola prueba y el hecho tuvo lugar en una zona absolutamente vigilada.

En ese período, según la ONU, murieron 2.131 palestinos de los cuales apenas 273 eran milicianos, siendo el resto civiles, mayoritariamente mujeres y niños; unos 11.500 heridos y casi medio millón de desplazados.