Feijóo: irse o no irse a Madrid, esa es la cuestión

Alberto Nuñez Feijóo.
Alberto Nuñez Feijóo.

¿De verdad quiere Alberto Núñez Feijóo irse a Madrid para ser en un futuro candidato a la presidencia del Gobierno? La respuesta desde mi punto de vista es que sí. Pero no ahora.

Feijóo: irse o no irse a Madrid, esa es la cuestión

En los últimos días hemos presenciado extraños movimientos y declaraciones del actual presidente de la Xunta de Galicia, que han  dado lugar a todo tipo de rumores y titulares, la mayoría de ellos carentes de fundamento. Pero lo que sí parecen ciertas a día de hoy son dos cosas. La primera es que la hasta ahora fluida relación de Feijóo con Mariano Rajoy se ha deteriorado, y parece que no va a haber vuelta atrás. La segunda, un secreto a voces, es que el presidente de la Xunta a día de hoy carece de apoyos dentro del partido en Madrid como para dar el salto a Madrid. Ni sorayos ni cospedales, ni casados ni marotos.

Llegados a este punto, la pregunta es: ¿De verdad quiere Alberto Núñez Feijóo irse a Madrid para ser en un futuro candidato a la presidencia del gobierno? La respuesta desde mi punto de vista es que sí.  Pero no ahora. Tras dos legislaturas con más luces que sombras, se mantiene como el único barón del partido con un verdadero respaldo de las urnas. Eso sí, con un balance que ya fue mejor de lo que es. Los malos resultados del PP en Galicia de las elecciones locales y generales han hecho mella. Pero si gana unas terceras elecciones, su posición en el partido será más fuerte que nunca.

Los malos resultados del PP en Galicia de las elecciones locales y generales han hecho mella. Pero si Feijóo gana unas terceras elecciones, su posición en el partido será más fuerte que nunca.

Su gestión al frente de la Xunta, parece equilibrada. En el “debe” deja importantes carencias como la pésima gestión de la fusión de las cajas gallegas y una política económico-industrial casi inexistente. El futuro económico de Galicia anima al pesimismo, con unas perspectivas de envejecimiento poblacional y de desindustrialización absolutamente alarmantes. En este momento, el peso de la industria en Galicia es el más bajo de los últimos 15 años, y la misma se encuentra muy polarizada en el eje norte-sur (A Coruña-Inditex-Textil – Vigo-Citröen-automoción). En los últimos ocho años no se ha conseguido un cambio de rumbo, con fracasos sonados como el esperpéntico affaire del sector eólico o más recientemente con el culebrón mexicano de los floteles y el astillero Barreras, por poner un ejemplo.

Pero en el haber destaca su fortaleza electoral en estas dos legislaturas (mayorías absolutas), una gestión del déficit y de las cuentas públicas meritoria en época de escasez (Galicia una de las autonomías más saneadas de España), y la sensación de unidad y fortaleza en un PP muy golpeado por los diversos casos de corrupción tanto regionales como nacionales. Su fama de buen gestor está demostrada dentro del partido y tiene la edad ideal.  Además, ahora mismo la situación del PP no favorece un cambio de candidato. Es necesario un proceso de regeneración que conllevará bastante tiempo.

Su fama de buen gestor está demostrada dentro del partido y tiene la edad ideal. La de Galicia es actualmente la única mayoría absoluta del PP en España.

“Váyase a Madrid, aprenda gallego, cásese y luego hablaremos de lo suyo”, le recomendó Fraga a Rajoy a propósito de una posible sucesión en la Xunta.  Feijóo habla gallego y todavía no se ha casado. Tiene tiempo y edad para poder seguir caminando y esperar la oportunidad. Eso o pasarse a la empresa privada, pero los que le conocen bien dicen que no es una opción para él. Es un adicto. No piensa en política “más de dieciocho horas al día” como Lyndon B. Johnson.  

La de Galicia es actualmente la única mayoría absoluta del PP en España. A pesar del desgaste que han producido estos ocho años de gobierno de la Xunta en plena crisis, Feijóo se encuentra en un buen momento. Cuenta mi admirado Manuel Jabois, uno de las mejores plumas de la prensa española en la actualidad, que Madrid es un sitio al que Camba ya dijo que los gallegos sólo van para ser ministros, porque “en Galicia se admite el que uno sea original, pero no hasta el punto de irse a Madrid para no volver de ministro”. Feijóo no ha destacado por su originalidad, pero sí destaca su temple y su paciencia. Veremos.

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