Irán captura un buque petrolero en el golfo Pérsico y enciende más alarmas

Buque petrolero capturado por la Guardia Revolucionaria. / Twitter
Buque petrolero capturado por la Guardia Revolucionaria. / Twitter

La Guardia Revolucionaria se atribuye este suceso en plena escalada con Estados Unidos y otros países por la venta y distribución del oro negro.

Irán captura un buque petrolero en el golfo Pérsico y enciende más alarmas

Un buque petrolero de nacionalidad no especificada ha sido capturado este jueves por la Guardia Revolucionaria de Irán. Ha sido el mismo cuerpo armado el que hizo el anuncio y acusó al navío de traficar ilegalmente carburante en el golfo Pérsico. El hecho precipitó ligeramente el precio del crudo, mas el efecto se desvaneció horas después y el precio cayó en un 3% a raíz del incremento de la producción en Rusia y las dudas en torno a la salud futura de la economía a nivel mundial. Como sea, lo cierto es que esta maniobra de la guardia tan solo tensa más la cuerda entre Teherán y Washington D.C. justo cuando la segunda promueve una coalición para protejer la libre navegación en el golfo.

La Marina de esta suerte de organización terrorista estatal comunicó que sus hombres interceptaron el buque cisterna desde el domingo y posteriormente lo confiscaron ya que movía unos 6.200 barriles de combustible de forma ilegal. La Guardia Revolucionaria, en su comunicado oficial, también informó que esta nave, con una tripulación de 12 personas, había recibido el carburante de lanchas iraníes y lo daría a otros barcos extranjeros que se encontraban en otro punto de aquellas aguas. La captura se hizo en la isla de Larek y se hizo con la respectiva autorización de las autoridades de Justicia.

Esta isla está justo en la entrada del estrecho de Ormuz, el cual comunica al golfo Pérsico con el golfo de Omán y por el que todos los días se mueve hasta una quinta parte del petróleo que se consume en todo el planeta. Desde abril último, Estados Unidos mantiene una presión inquebrantable sobre Irán a fin de que éste ceda a sus ambiciones regionales así como a su programa de misiles. No obstante, la estrategia ha llevado a un sabotaje que se ha cargado a 12 petroleros, lo cual ha destado las alarmas en todo el mundo.

Pese a que el Gobierno iraní ha asegurado no estar involucrado en estos acontecimientos, algunos observadores piensan que es una respuesta vil a las sanciones que pesan sobre el país, las cuales le impiden vender petróleo. Ya previamente algunos voceros del país asiático habían asegurado que si ellos no podían vender el oro negro, tampoco dejarían hacerlo a sus vecinos. De igual forma, tras la captura del Grace 1 en Gibraltar, un petrolero de origen panameño que llevaba crudo hacia Siria, miembros del régimen islámico exigieron la captura de un buque británico en represalia y la Marina del Reino Unido ya había dicho que hace una semana un intento de secuetro había fracasado.

La Guardia Revolucionaria ha negado que haya detenido un petrolero cuyo transportador dejó de emitir el último sábado justo en el estrecho de Ormuz y que en Estados Unidos se acusó de haber sido detenido por el régimen iraní. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán acusó el martes de que el buque, bautizado como Riah, con bandera de Panamá y anclado en Emiratos Árabes Unidos, había sido transportado hasta la costa tras haber pedido socorro a causa de un desperfecto. Un funcionario de los Emiratos negó haber recibido alguna señal de auxilio.

Justo antes de la noticia, Kenneth McKenzie, jefe del Mando Central de Estados Unidos, había dicho que la primera potencia mundial trabajaba a toda máquina para garantizar la libre circulación en el Golfo y el estrecho de Ormuz. Desde junio, y a raíz de los sabotajes, la Casa Blanca apura las negociaciones para proteger la navegación en las inmediaciones de Irán y Yemen, que cuenta con el estrecho de Bab el Mandeb, elemental para el transporte de petróleo. Washington D.C. ha agregado las costas yemeníes tras sendas solicitudes de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Los dos están en plena escalada contra Yemen y el temor de que los incidentes puedan extenderse a esta región son cada vez mayores.

McKenzie estaba en plena comparecencia junto a Fahd Bin Turki, príncipe de Arabia Saudí y encargado de la coalición árabe que combate en Yemen, cuando explotó la noticia. Tras ser abordado sobre si el plan estadounidense de seguridad marítima los incluye, Bin Turki no tuvo titubeos en confirmarlo. "Hemos estado activos en este terreno, estamos practicando en el mar Royo y el Bab el Mandeb”, aseguró. @mundiario

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