Investigan el presunto uso de armas químicas en Mariúpol

Tropas rusas. / RR SS.
Tropas rusas. / RR SS.

El Batallón Azov ha denunciado que las tropas rusas vertieron una sustancia sobre los soldados y civiles ucranianos, ocasionándoles problemas respiratorios y neurológicos.

Investigan el presunto uso de armas químicas en Mariúpol

Semanas después de que las autoridades gubernamentales ucranianas denunciaran la posibilidad de que Rusia estuviera, estudiando al menos, utilizar armas químicas en ciudades asediadas como Mariúpol, el Gobierno de Ucrania ha presentado una denuncia concreta de un presunto ataque contra soldados y civiles.

La denuncia originalmente procede del Batallón Azov, una unidad militar de ideologías asociadas a la extrema derecha dependiente del Ministerio de Defensa ucraniano, cuyo líder, Andrei Biletsky, afirmó en un mensaje publicado en Telegram que las tropas rusas vertieron una sustancia desconocida desde un dron, sobre la acería Azovstal, el último bastión del Ejército en la asediada ciudad.

Algunos militares y civiles explican en un vídeo difundido por el batallón y por el Ayuntamiento de Mariúpol, que un grupo de personas sufrió síntomas de “asfixia, hiperemia facial, hipertensión arterial, sequedad e inflamación de la boca y de las mucosas de los ojos”, así como problemas del habla y psicomotores, después de haber inhalado una nube blanca que afectó a la planta el lunes.  Ninguno de los afectados está en condiciones graves y la afectación a los civiles fue “mínima”, según el vídeo, aunque las mismas fuentes reconocen que es imposible realizar un análisis toxicológico, debido a los combates y al asedio ruso a la ciudad.

Posterior a la denuncia del grupo militar, Ivanna Klympush, presidenta de la Comisión Parlamentaria de Integración de Ucrania en la Unión Europea, señaló en sus redes sociales que “las víctimas experimentaron fallas respiratorias. Lo más probable es que se trate de armas químicas. Esta es la línea roja más allá de la cual el mundo debe destruir la economía del despotismo”.

Occidente investiga las denuncias

Tras conocerse la información, los países de Occidente han reaccionado con cautela, advirtiendo de que se trata de una declaración de escalada del conflicto, y que ya se han empezado las averiguaciones en varios países, como EE UU o el Reino Unido, para verificar que sí se haya cometido un ataque de armas químicas contra los soldados y civiles, un hecho que constituye un crimen de guerra en los convenios que Rusia ha suscrito, los cuales prohíben el uso de armas no convencionales y los ataques indiscriminados.

Por su parte, el Departamento de Defensa de EE UU, ha informado de que el Pentágono está al tanto de las denuncias, y que, aunque no puede ser confirmado todavía, siguen de cerca las informaciones. “En estos momentos no lo podemos confirmar y seguiremos de cerca la situación”, ha explicado el portavoz John Kirby, quien ha señalado que, de confirmarse, sería algo “profundamente preocupante”.

En esta misma línea se ha pronunciado la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, que adelantó que la Inteligencia de su país se ha puesto en marcha con las pesquisas para confirmar el ataque. “Estamos trabajando urgentemente con nuestros socios para verificar los detalles. Cualquier uso de tales armas sería una escalada insensible en este conflicto y haremos que Putin y su régimen rindan cuentas”, ha aseverado.

La UE también se encuentra haciéndole seguimiento al asunto, según Nabila Massrali, portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior. Massrali ha recordado que “el uso de armas químicas, incluido el uso de químicos tóxicos como arma, bajo cualquier circunstancia, vulnera las convenciones sobre armas químicas, de las que forma parte Rusia (…) es también un crimen de guerra y representa una grave violación de la ley humanitaria internacional que exacerba el sufrimiento de la población civil”.

Los separatistas pretendían usar armas químicas

Eduard Basurín, el secretario de prensa del mando militar de la no reconocida República Popular de Donetsk, había declarado ante la prensa rusa que las tropas ucranianas que defienden Mariúpol “deben ser cercadas en la planta de Azovstal y atacadas con armas químicas”.

“Ahora mismo tenemos que averiguar cómo bloquear esta planta, encontrar todos los puntos de entrada y salida; en teoría, esto se puede hacer. Y luego, creo, tendríamos que preguntar a los especialistas químicos, que encontrarán la manera de sacar a esas ratas de sus agujeros”, amenazó Basurín días previos al ataque

Sin embargo, este martes tanto los grupos separatistas prorrusos, como el Ministerio de Defensa ruso, se han desvinculado de los ataques alegando que no han desplegado ninguna clase de arma química, a pesar de que la Inteligencia británica había alertado de un plan ruso para usar armas de fósforo en Ucrania. @mundiario

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