Investidura de William Ruto: Kenia avanza hacia una nueva era política

Investidura de William Ruto como presidente de Kenia. / @WilliamsRuto
Investidura de William Ruto como presidente de Kenia. / @WilliamsRuto

El multimillonario ha sido investido como el quinto presidente de la república, en medio de un cambio de ciclo marcado por la apatía política, la escalada de precios y la sequía.

Investidura de William Ruto: Kenia avanza hacia una nueva era política

Tras varias semanas después de ser proclamado ganador de las elecciones, y que el Tribunal Supremo rechazara las impugnaciones contra su victoria, William Ruto finalmente ha sido proclamado presidente de Kenia este martes, en un evento marcado por el cambio político en una joven nación que, pese a haber obtenido su independencia del Reino Unido en 1963, tan solo ha tenido cuatro presidentes.

Uno de ellos, el mandatario saliente Uhuru Kenyatta, es hijo del primer presidente que ha tenido Kenia en su historia como república: Jomo Kenyatta. El establishment keniano no ha confiado plenamente en Ruto, un multimillonario con orígenes humildes que se ha mostrado a sí mismo en la campaña electoral como un reflejo de los más desfavorecidos, especialmente en medio de la escalada de precios y el encarecimiento de la vida.

Ruto a partir de ahora se convierte en el quinto presidente de Kenia, uno de los bastiones democráticos en el Cuerno de África, una volátil región donde la estabilidad y cierta transparencia de la que goza este país miembro de la Commonwealth es muy rara, pero valorada por la comunidad internacional que perfila esta excolonia británica como uno de los motores económicos y pilares políticos del África Oriental.  

“Trabajaré junto a todos los kenianos, sin importar por quien hayan votado”, ha dicho Ruto en su primer discurso tras ser investido como presidente. “Demostramos en este proceso la madurez de nuestra democracia, la solidez de nuestras instituciones y la resistencia del pueblo keniano”, ha agregado, siendo vitoreado por vuvuzelas de color amarillo, el mismo de su partido, Kenia Primero (KK).

Kenyatta despide a su número dos

Kenyatta ha sorprendido a la población al estrecharle la mano a Ruto en medio de una visita a la residencia presidencial, tras semanas de haber guardado silencio y no felicitarle por su victoria. Las relaciones entre ambos son muy polémicas, pues Ruto era el vicepresidente y mano derecha de Kenyatta, hasta que este le dio la espalda para apoyar a quien ha sido rival y líder de la oposición desde hace muchos años: Raila Odinga.

Precisamente Odinga había impugnado los resultados ante el Tribunal Supremo, alegando una supuesta vulneración a los servidores de la autoridad electoral de Kenia, que habría generado irregularidades en el reconteo de votos. No obstante, la Justicia ha decidido desechar esa demanda y ratificar la victoria de Ruto.

Las palabras de Odinga mantenían en vilo a la población, después de todo tiene un historial de recursos interpuestos contra los resultados de varias de las cinco elecciones en las que ha concurrido. Un par de ellas, precisamente en 2007, desató una trágica ola de violencia interétnica que acabó con la vida de un millar de personas y provocó miles de desplazados. Pero este año terminó de manera pacífica.

Los retos de William Ruto en Kenia

A la investidura de Ruto han acudido todos los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Este de África (EAC), incluyendo a los líderes de Somalia, Etiopía, Yibuti, Malaui, Zimbabue, Mozambique, Comoras y República del Congo, entre otros. Asimismo, asistió el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue y el vicepresidente de Sudáfrica, David Mabuza, entre otros.

Ruto ahora se enfrenta a la fuerte tarea de dirigir un país fuertemente polarizado. La diferencia de votos entre él y el segundo lugar, Raila Odinga, apenas fue de 200.000 votos de las más de 14 millones de personas que estaban convocadas a las urnas. También debe sortear la apatía política de los jóvenes, desmotivados en parte por las altas tasas de paro.

El coste de la vida, la inflación, y el resto de consecuencias económicas tras el confinamiento por la pandemia por covid-19 son otros factores que medirán su gestión, sin mencionar la crisis alimentaria recrudecida por el estallido de la guerra en Ucrania y agravada por la inédita sequía que ha imposibilitado la agricultura al norte del país. @mundiario

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