Internet, las redes sociales y las futuras campañas electorales en el mundo

Redes sociales.
Redes sociales.

Internet y las redes sociales jugarán cada vez más un papel de mayor relevancia en los procesos electorales. Pero el derecho de los ciudadanos a su intimidad y privacidad en estos medios debe ser garantizado.

Internet, las redes sociales y las futuras campañas electorales en el mundo

El asunto de la influencia o del poder de las redes sociales –Internet en términos generales– sobre las actuales democracias en todo el mundo ya es una cuestión recurrente y, en ciertos casos, para muchos, preocupante (no sin cierta razón, dependiendo de la perspectiva). Sin embargo, es necesario entender que si el Internet y las redes sociales existen hoy en día, es porque también existía previamente una necesidad que tan sólo esos medios podían satisfacer (por lo menos de momento y partiendo de la lógica de la necesidad de crear continuamente nuevos y mejores medios o formas de comunicación, o mejorar las ya existentes), ya que la historia misma de la humanidad ha demostrado que los medios de comunicación o difusión van cambiando con el paso del tiempo y de acuerdo a los avances tecnológicos que la misma humanidad produce. Ese fenómeno, de más está decirlo, se ha observado indefectiblemente en los llamados medios tradicionales de comunicación desde su aparecimiento, sean escritos, radiales o televisivos. Y desde esa perspectiva, puede decirse que dichos cambios en el devenir de la vida humana en sociedad es algo normal y lógico de esperar.

Por ello, es asimismo lógico pensar que muy probablemente las futuras campañas electorales (como ya se empieza a ver), tendrán lugar en escenarios quizá distintos a los acostumbrados y, en un considerable porcentaje, en medios electrónicos, digitales, alternativos, y por consiguiente, en toda suerte de redes sociales que sería muy difícil y complicado fiscalizar o controlar sin vulnerar el derecho a la libre emisión del pensamiento y probablemente otros derechos humanos y conexos que las ciudadanías de los Estados han ido ganando a pulso con el correr de los años en el marco de sus propios ordenamientos jurídicos según sea el caso. No obstante, es evidente que las sociedades se toparán, en esos procesos, con problemas relacionados a la ética, la moral y al respeto y aplicación de la ley en el marco de la justicia (por citar algunos tópicos).

Es innegable que el Internet y las redes sociales constituyen una parte fundamental de una de las más grandes revoluciones tecnológicas que ha experimentado el mundo en las últimas décadas, pero, como es de esperar, cada etapa o cambio de estos trae consigo sus propias problemáticas que deben ser solucionadas en función del bien colectivo, que es, en términos generales, lo que persiguen los Estados actuales en tanto conglomerados sociales organizados con tal propósito. La seguridad de los usuarios en Internet es de vital importancia; las grandes empresas del ramo trabajan en ello y abordan constantemente el tema, a pesar de la perfectibilidad a la que sus sofisticados sistemas están sometidos en virtud de sus propias falencias y de las capacidades externas a las que ciertamente siguen estando expuestos. A pesar de ello, el Internet y las redes sociales, jugarán cada vez más, un papel de mayor importancia y relevancia en los procesos electorales de todo —o casi todo— el mundo; haciendo que el derecho de los ciudadanos a su intimidad y privacidad en estos medios, que es incuestionable, deba ser garantizado muy a pesar de todo aquello que se vislumbra y que de hecho, como se apuntó líneas arriba, ya se está viendo. @mundiario

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