Intereses particulares de empresarios avisados están en connivencia con autoridades de A Coruña

En primer plano, la Solana, la zona objeto de privatización en A Coruña. / Panoramio
En primer plano, la Solana, la zona objeto de privatización en A Coruña. / Panoramio

Si es malo que el debate partidista bloquee las decisiones, como a veces ocurre, mucho peor es permitir que las decisiones unilaterales, basadas en intereses espúreos, perjudiquen al conjunto de los ciudadanos actuales y también de las generaciones futuras.

Intereses particulares de empresarios avisados están en connivencia con autoridades de A Coruña

Estimado Director:

El proceso de venta de los muelles de A Coruña, al que MUNDIARIO dedica la atención preferente que merece, está siendo liderado por el Presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, con el placet del señor Núñez Feijóo. Pero cabe subrayar que la decisión ha sido respaldada por el Consejo de Administración del ente portuario, constituido por 16 personas, de las que sólo 14 tienen derecho de voto. De ellas, doce han votado a favor, el representante del Ayuntamiento lo ha hecho en contra, y el presidente de la Confederación Provincial de Empresarios ha juzgado oportuno no asistir.

Los doce que han votado a favor se distribuyen en tres grupos. Seis de ellos son altos cargos  de la Administración, representando directamente al Ejecutivo, entre ellos la conselleira coruñesa Beatriz Mato, a quien los rumores señalan como probable candidata a la Alcaldía. Otro grupo lo forman tres altos funcionarios designados por el Gobierno al que deben su propio puesto directivo, siendo su compromiso obligado. Finalmente han votado a favor tres miembros de la sociedad civil, el representante de la Cámara de Comercio, hoy presidida por un ex-conselleiro del Partido Popular, el representante de UGT y el representante de la Lonja coruñesa.

La decisión adoptada responde, pues, a los deseos expresos del Partido Popular y del Presidente de la Xunta de Galicia, que además lo preside. Es la enésima prueba del escaso compromiso de esa formación con la urbe coruñesa. Los coruñeses lo saben y por ello sólo les han otorgado la Alcaldía durante cuatro de los treinta y ocho años de corporaciones locales democráticas.

La Xunta tolera los malos resultados de la gestión de la Autoridad Portuaria, la pérdida de tráficos y oportunidades, mientras promueve anuncios de implantaciones en la dársena exterior que se han revelado falsos

La Xunta tolera los malos resultados de la gestión de la Autoridad Portuaria, la pérdida de tráficos y oportunidades, mientras promueve anuncios de implantaciones en la dársena exterior que se han revelado falsos, en los casos de Pemex y de una empresa china. Ha paralizado el polígono de Morás, estratégico para la ciudad y el propio puerto, como ha paralizado la estación intermodal o ha permitido la oscura operación de la Fábrica de Armas, donde nada se fabrica a la espera de otra operación urbanística. De la misma forma que ha extendido la privatización de la autopista del Atlántico hasta el límite legal de 75 años, mientras ahora se defiende, jeremíacamente, su traspaso a la autonomía. Todas ellas son decisiones donde lejos de pesar el interés general o la visión del futuro de la ciudad, se han atendido intereses particulares que irán saliendo a la luz.

Si es malo que el debate partidista bloquee las decisiones, como a veces ocurre, mucho peor es permitir que las decisiones unilaterales, basadas en intereses espúreos, perjudiquen al conjunto de los ciudadanos actuales y también de las generaciones futuras. El uso inteligente del espacio portuario liberado, base de cualquier operación de crecimiento económico de la ciudad, no puede delegarse en el interés particular de empresarios avisados en connivencia con las autoridades. Esto último es lo que, por desgracia, está aconteciendo en la ciudad de A Coruña.

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