Albert Rivera y la insoportable necedad iliberal

Pocos personajes de actualidad igualan la carencia de coherencia que tú, Albert Rivera, te empeñas en demostrar cada día. Nadie te supera. Los diarios tienen garantizada la portada. Como el bombero torero de la política, eres capaz de cualquier tontería para ganar el aplauso del Coso. Porque ahí se queda todo. Poder, lo que se dice poder, poco, muy poco. ¿Estamos ante la insoportable necedad de Ciudadanos?

Quizá Albert –Gargantúa para tus amigos fascistas– alcances alguna victoria menor, de comparsa aquí y allí, recogiendo las migajas de la mesa en la que solo se sienta el PP y los voxitas. ¿Esto es todo? Te pregunto. ¿Después de toda la crispación, fakes, insultos y amenazas y solo obtienes el derecho a abrirle la puerta a esos mismos que tanto temías? Como estratega no tienes precio.

Y encima, para remate, los tuyos en Europa ya no se fían de ti. Albert, los liberales europeístas son demócratas. No quieren saber nada de los nazis y harían cualquier cosa para luchar contra los fascistas con los que tú te sientas. Ellos aprendieron la lección de la Historia: dejarlos entrar en las instituciones pone en riesgo el acuerdo de mínimos sobre el que se alza el Estado democrático y de derecho.

Tú, Albert, eres el mayor responsable de que en Andalucía algunos ultraderechistas hayan conseguido imponer su criterio para acabar con las políticas de protección de las mujeres maltratadas. Ahora se diluye, para tu vergüenza, en el saco roto de ese escupitajo llamado “violencia intrafamiliar”. Así eliminan la violencia machista de la realidad oficial. Precisamente porque desprecian a las mujeres y defienden el dominio absoluto de los machos.

Te has cargado la protección diseñada y desarrollada concretamente para proteger a las españolas. Rivera, si te llamas liberal, ¿cómo eres capaz de tragarte semejante salvajada? ¿Un liberal luchando contra la mujer? ¿Contra su liberación? ¿Contra su derecho a la vida y la seguridad? 

Y no te llega con el disparate en Andalucía, conspiras con fuerzas antisistema enemigas de España y el orden constitucional, para arrebatar el gobierno a la mayoría demócrata. Tú que siempre defendiste que el poder fuera para la lista más votada. ¿Cómo llamaste a Pedro: okupa, traidor, gobierno Frankenstein, golpista? Les entregas la Alcaldía de Madrid. Y la Comunidad... Tú que acusaste a Pedro de pactar con traidores a España, te alías ahora con herederos de los golpistas del 36 contrarios a los demócratas, socialistas y liberales que defendían la Constitución. ¿Cómo le llamas a esto, Albert? ¿Cómo te atreves, Albert? ¿No tienes límite? ¿Hasta dónde llega tu falta de consecuencia moral? 

Yo creo que tú no eres liberal, Albert. Un liberal no soporta la presencia de un fascista o de un nazi. Sencillamente porque cuando pueden, los nazis y los fascistas acaban con los liberales. Realmente acaban con todos los que no se someten a su poder. Hay que ser muy tonto, y no me tienes pinta, o muy poco consecuente. De liberal tienes la etiqueta, no la ética. Por eso los liberales europeos te han despedido. Macron te dice adieu. Tu castillo de naipes se desmorona. Cartón piedra. El populismo populista de la oportunidad popular. Una decepción. 

Nada más, Rivera. Dale saludos a ese tipo macabro que afirma que los fascistas fusilaban, pero que fusilaban con amor. Te tienen muy cogidito. @mundiario