Insólita reclamación del ex secretario de las infantas españolas

García Revenga y un ayudante militar, detrás de la infanta Elena, en la tribuna de autoridades en la Fiesta Nacional.
García Revenga y un ayudante militar, detrás de la infanta Elena, en la tribuna de autoridades en la Fiesta Nacional.

Un cargo de confianza no es un empleado laboral ni un funcionario de carrera. Si alguien tiene que pagarle algo sería quien lo contrató, no la Administración General del Estado.

Insólita reclamación del ex secretario de las infantas españolas

Un cargo de confianza no es un empleado laboral ni un funcionario de carrera. Si alguien tiene que pagarle algo sería quien lo contrató, no la Administración General del Estado.

La reclamación contra la Casa Real del ex secretario de las Infantas Elena y Cristina, Carlos García Revenga, ha venido a demostrar, como tantas veces hemos dicho, la falsedad de las cuentas y costo de la Corona que, como medida de renovación y transparencia ofrece la institución, limitándose a facilitar los ingresos directos que recibe el Rey y no las partidas realmente magras, entre otras, de gastos generales y personal que paga la Administración del Estado. Y eso supone tomar por idiotas a los ciudadanos.

García Revenga no es un funcionario público ni un empleado laboral en sentido estricto. Era un “cargo de confianza”, cuya existencia está vinculada al motivo que lo justifique, al cesar este motivo, el cargo se extingue. Y ahora quiere dinero, dinero que saldrá de los bolsillos de todos los españoles.

El leal edecán ha “trabajado” 22 años en la Casa Real. Y al ser despedido, no se le ha ocurrido otra cosa que demandar a Patrimonio Nacional del Estado. Pero esta entidad tiene como misión gestionar y conservar los bienes históricos de la Monarquía. Y no ha existido nunca ha tenido relación laboral o funcionarial con Patrimonio Nacional. Por ello, la demanda a que hacen referencia las citadas informaciones se ha debido presentar contra otras instituciones.

Pero lo más grave no es la pretensión de García Revenga, sino que sin duda ha sido asesorado y bien asesorado. Este secretario es para la Reina Sofía y para las infantas alguien muy querido, tanto que se tiene la seguridad de que antes de elevar su pretensión, este maestro lo ha consultado con “la familia”. Si alguien tiene que pagarle algo sería quien lo contrató, no la Administración general del Estado.

Resulta indignante que un personaje como éste pretenda que ahora los españoles le paguemos una indemnización que sale de nuestros impuestos. García Revenga es, por lo menos, un personaje vidrioso. ¿Qué hacía este señor como secretario de Nóos, donde ejerció durante casi dos años (19 meses). Otro que tampoco se enteraba de nada y que milagrosamente ha salido indemne del proceso. Y su nombre volvió a aparecer por sus no aclaradas relaciones y chivatazos al “joven Nicolás”.

No le ha ido mal en la vida: pasó de ser un modesto profesor de inglés en el colegio Santa María del Camino, donde trabó amistad con las Infantas Elena y Cristina y acabó de secretario de las dos hijas del Rey. La Reina Sofia le tiene gran estima, especialmente por lo mucho que ayudó a hija mayor. Este secretario se ha quedado sin empleo, tras la abdicación de Juan Carlos I y la necesidad de cambiar la imagen de la Corona, de suerte que carecía de sentido mantener su cargo, cuando ahora las dos infantas son parte de la familia del Rey, pero no de la familia real.

Aunque le dieron el cese en noviembre cobró hasta fin de año. García Revenga no estaba mal tratado. Su puesto de mero secretario estaba equiparado a funcionario de alto rango, nivel 30, de subdirector general y un sueldo en torno a los 60.000 euros.

De todos modos, que la Casa Real resolverá su caso de uno u otro modo; es decir, los españoles le pagaremos.

 

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