La Inquisición y el mundo al revés

Pablo Casado, líder del PP, y Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno. / Mundiario
Pablo Casado, líder del PP, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. / Mundiario

¿Por qué el PP se cansa de pedir que se convoquen las elecciones, cuando este partido tuvo la oportunidad de convocarlas desde el minuto uno y su líder no quiso? ¿Por qué algunos medios, especialmente los impresos, se han convertido en un escaparate de este espectáculo?

La Inquisición y el mundo al revés

Pedro Sánchez no iba a tener un gobierno fácil. Él lo sabía, todos lo augurábamos. No sólo se enfrentaba al inconveniente de gobernar con una minoría, necesita de apoyos que sólo podía obtener de partidos equidistantes en ideología, y además, era palpable la devastadora oposición que iba a ejercer el principal partido de la oposición. 

Sin embargo, este ataque brutal y acoso diario poniendo bajo lupa la vida privada de cada uno de los miembros del gobierno y difamando en muchas ocasiones, a base de titulares espectaculares que resultan falsos o verdades a medias, me parece improbable que no se vuelva en contra de sus artífices.

No existe oposición a ninguna medida política del Gobierno y con oposición me refiero a propuestas constructivas que ilusionen. No existe argumentario político única y exclusivamente acoso y derribo

Me resulta grotesco escuchar a diputados del Partido Popular o de Ciudadanos exigir en los miembros del gobierno una vida pura y un expediente impoluto, cuando hace escasos meses defendían las mayores fechorías, amparándose en la inexistencia de procesamientos judiciales, ya no hablo de oponerse a dimitir es que no tenían porque dar explicaciones de ningún tipo, no siendo en plasma y cuándo no quedaba otra vía. De repente, han pasado a considerar vital hasta la excelencia en la tesis doctoral del Presidente y ya de paso que nos parezca interesante y la usemos de libro de mesilla.

Tesis doctoral, máster de la ministra de Sanidad (imperdonable para ella, pero justificado para el portavoz de PP y presidenciable del mismo país), publicación de escuchas a la Ministra de Justicia hace nueve años, descrédito del Sr. Pedro Duque… Y mientras su portavoz el Sr. Casado, se permite susurrarle al Presidente de la Comisión Europea que su país está fatal, pensando siempre como no, en el bien de España. Seguro que llevaba una bandera de nuestro país en algún objeto o accesorio.

Si esto no fuera poco para la paciencia de todos los españolitos de a pie, incluyendo los que se sienten menos españolitos, parece que a nuestros políticos nada les importa no siendo el poder y tenerlo.

Resulta que el mundo está al revés y que en el gobierno que se lucha por la igualdad en todos los terrenos, de género y de sexo, se ataca a una ministra por usar el vocablo “maricón” terriblemente mal sonante, y que en este país sólo usan los homófobos empedernidos, mensaje que pretende ponernos claro el principal partido defensor de los homosexuales, como no, el Partido Popular. También que esta Ministra mientras era Fiscal, prefiriese un Tribunal de hombres, resulta terrible y execrable, no sabemos para que se destinaría tal órgano, pero lo que tengo claro es que al Partido Popular le gusta mucho más el integrado por mujeres por eso ha promovido con tanto ahínco la igualdad en la cúpula judicial. Menos mal que de repente tal afirmación le parece un exabrupto salido de los infiernos. 

Un editorial de El País decía que estamos asistiendo a la constatación de que a la derecha le sienta muy mal perder el poder y le sienta tan mal, que da miedo.

Han querido acusar a Villarejo de esas filtraciones, este se ha defendido a través de sus abogados diciendo que la Policía había incautado todo ese material y que él ya no disponía de esas grabaciones. Puede ser, puede no ser, pero me pregunto que  interés puede tener un encarcelado en atacar al Gobierno, no siendo que le interese más que el Partido que gobierne sea otro…

Lo triste es que Sánchez ha elegido un grupo de ministros, presumiblemente muy capaces y de talante moderno, demócrata, en cierta manera feminista y progresista y se pretende derribarlos, a costa de perjudicar la imagen de este país, dando una terrible imagen de que aquí ya nada se arregla, el sistema político está corrupto y lo que es peor, la Justicia totalmente tocada. Quién habla mientras, de lo que realmente importa. Por qué el PP se cansa de pedir que se convoquen elecciones, cuándo fueron ellos los que habían podido convocarlas desde el minuto uno. Por qué la prensa, especialmente la escrita, se ha convertido en un escaparate de este espectáculo.

Se está realizando un acoso y derribo, pero sin ningún argumento político, sin ninguna oposición constructiva que nos de esperanza. Los políticos están sobradamente pagados y tranquilos, mientras los ciudadanos de a pie no llegan a fin de mes, mientras esos mismos ciudadanos buscan la forma de superar una crisis económica enquistada, o de encontrar empleo con una tasa de paro que es la más alta de Europa, como poder afrontar el pago de la electricidad en los hogares con personas vulnerables, la posible quiebra de la Seguridad Social y de nuestro sistema de bienestar... nada, nada de esto se discute, ningún parlamentario comedido y trabajador que hinque sus codos y se ponga a trabajar para lo que le pagan. Imágenes de Celia Villalobos comprando ropa en sesiones parlamentarias, diputados que no acuden a las votaciones o se ausentan de ellas, comisiones supuestamente de control que no se preparan….diputados que se permiten hablar de cuestiones que desconocen por completo, a costa de crear un enfrentamiento donde no existe, como Toni Cantó manifestando que “en Galicia apenas sobrevive el castellano”, ¿pero en qué mundo viven estos personajes?.

Sólo con esta fauna se comprende la comparecencia de Aznar, riéndose de todos, sin necesidad de esfuerzo alguno. Sólo había que ver lo que había enfrente.

Quizá la solución pasa por que llamen con más frecuencia a Dña. Rosa María Mateo, para que les diga a la cara a todos ellos,  que no sólo los trabajadores de la Televisión Española están un poco hartos de los políticos, también nosotros los ciudadanos de a pie, lo estamos. @mundiario

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