El independentismo lanza un nuevo desafío colgando otra nueva pancarta

Pancarta en el balcón de la Generalitat.
Pancarta en el balcón de la Generalitat. / Twitter
Cuatro personas suben hasta el balcón del Palau de la Generalitat como manifestación a lo que considera violación a su derecho a la libertad de expresión.
El independentismo lanza un nuevo desafío colgando otra nueva pancarta

El Gobierno de Cataluña ha vuelto a desafiar al Gobierno central con una nueva pancarta en el Palau de la Generalitat. Si en horas de la mañana los Mossos d’Esquadra retiraban una pancarta con un lazo amarillo de este edificio, apenas horas después cuatro sujetos volvieron a subir a un balcón de la sede gubernamental autonómica para colgar otra manifestación.

La nueva pancarta no pintaba un lazo amarillo, sino llevaba el siguiente lema: “la libertad de opinión y expresión. Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Los encargados de llevarla y colgarla han sido Lluís Llach, exdiputado de Junts pel Sí, Antonio Baños, exdiputado de la CUP, la actriz Silvia Bel y Teresa Casals, activista a favor de la lengua catalana.  

La Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del tribunal catalán había dictado un oficio dirigido al Departamento de Presidencia de la Generalitat en la cual se exigía que "de forma inmediata" diera instrucciones a las fuerzas de seguridad a su mando para que retirsaen la pancarta y el lazo amarillo de apoyo a los "presos políticos y exiliados".

La semana pasada, la justicia había ordenado de la retirada de la pancarta, otorgando dos días a Quim Torra para ello, mas éste no hizo caso de la orden, esgrimiendo el dichoso derecho a la libertad de expresión. "Cuando se trata de derechos civiles, sociales y políticos, no nos podemos echar atrás y no podemos ceder a la involución que promueve el Estado. Mi compromiso con la libertad de expresión es total", llegó a decir en aquella ocasión.

El miércoles, su Ejecutivo presentó un recurso contra la decisión judicial, mas el tribunal lo rebotó y reiteró la orden de retirar los símbolos independentistas bajo la premisa de que ya se había iniciado el proceso electoral del 10 de noviembre. Torra, quien dijo que la pancarta era una manifestación puramente política, comparó la misma con otras que han aparecido en edificios de la Administración, como las que pedían la devolución de los papeles de Salamanca o las de apoyo a los refugiados. El jueves, el Parlament dio el visto bueno a estas pancartas.

Torra ha ignorado ya en dos ocasiones los mandamientos que le obligaban a retirar lazos amarillos y otros símbolos separatistas de edificios públicos. La primera fue en marzo, cuando la Junta Electoral Central (JEC) le ordenó retirar las pancartas en apoyo a los políticos procesados por el Tribunal Supremo como parte del juicio del procès. La Fiscalía terminó querellando en su contra y el 18 de noviembre será juzgado por desobediencia. La segunda fue este miércoles por la tarde, aunque estas vez no tendrá consecuencias pues terminó retirando las pancartas de la discordia. @mundiario

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