¿Que impide a los catalanes asumir los hechos y vivir en la realidad?

Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña, en su declaración desde Bélgica. / Twitter-DW
Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña, en su declaración desde Bélgica. / Twitter-DW

La única realidad es que Ciudadanos ganó las elecciones mientras ERC, que esperaba ganar, bajó al tercer puesto y que la CUP y el PP no tendrán grupo parlamentario propio. El postureo sigue en primera fila y desengañar a un engañado es algo sumamente complicado.

¿Que impide a los catalanes asumir los hechos y vivir en la realidad?

Lo que más nos demuestran las declaraciones poselectorales es que el postureo sigue en primera fila y que desengañar a un engañado es algo sumamente complicado. Se duda más de las verdades que de las mentiras porque en el primer caso el miedo es pasarse de listo y en el segundo reconocer que uno es ingenuo o ignorante. 

Inés Arrimadas hizo unas declaraciones en su línea de coherencia, mucha felicidad por ganar las elecciones ampliamente y tristeza porque la ley electoral pactada entre el PSC y CIU en su día da mayoría a los separatistas sin tener que ganar en votos. Un resultado que siendo capaz de concentrar el voto constitucionalista y pro europeo hasta el punto de ser el primer partido no nacionalista que gana unas elecciones en Cataluña, deja un sabor agridulce porque entre el PSC y los Comunes no fueron capaces de lograr esos tres escaños que permitiría comenzar la reconciliación por la que promete luchar en cualquier caso. 

El postureo toma especial relevancia con Puigdemont quien afirma sin dudar que Cataluña le sigue cuando en realidad volvió a perder el plebiscito por 52,5 a 47,5%, aún ignorando las 800.000 abstenciones. En un alarde de prepotencia invita a Rajoy a visitarlo en Bruselas o en la UE para negociar ¿En nombre de quién? Ya no es presidente de nada y ni siquiera ganó las elecciones. Puede llegar a serlo pero para eso tendrá que esperar a que lo elijan. Como contesto Rajoy a pregunta de un periodista, de reunirse con alguien tendría que hacerlo con quien ganó las elecciones, Inés Arrimadas.

No parece que la CUP vaya apoyar la investidura de Puigdemont porque exige que siga el proceso constituyente de la república,  algo que quizás Puigdemont aceptaría pero que exige tomar posesión de las actas de diputados autonómicos siendo necesario prometer cumplir la Constitución y el Estatut, lo que parece difícil en la CUP y dudoso en los 7 encausados del PDCat huidos de la justicia  con delitos graves, aquí y en la UE, en USA, o en Japón, no nos engañemos. En medio de tantas dudas, y sobre la base de que el día 4 es muy posible que Oriol Junqueras quede en libertad provisional con muchas ganas de jurar lo que haga falta para ocupar su puesto y trabajar por ese referéndum soñado, surgen nuevas dificultades. Como se vé el tema no es muy sencillo. Demasiados recelos entre la CUP, JxCat, y ERC, diferentes formas de ver el problema y diferentes vías de enfocarlo. Rufián feliz de ver la derrota del PP,  y el PSOE, Podemos y el propio PP muy preocupados por como afectará esto a las Generales ¿Ciudadanos vendrá para quedarse? ¿como afectará esto al PSOE? ¿Seguirá Podemos en caida libre?

Aun suponiendo que las los diputados ocupen sus puestos, la clara victoria de Inés Arrimadas por casi cuatro puntos deja claro que hay otra Cataluña no independentista, y la derrota en votos por segunda vez (en realidad por todas las veces) hace innegable que los sediciosos son minoritarios y que hay que gobernar para todos. Tanto es así que si las elecciones hubiesen sido un plebiscito con leyes canadienses, como Quebec, no habría secesión, pero aunque hubiesen ganado los independentistas, la provincia de Barcelona y Tarragona seguirían siendo españolas y el Valle de Arán también. 

En medio de tanta confusión no descartaría nuevas elecciones pero sin olvidar que ERC-PSC-Comunes suman si Ciudadanos se abstiene, claro que eso requeriría demasiados cambios de programa. Esperemos pero, por favor, discursos para ingenuos ya hemos oído demasiados mientras Cataluña se desangra. Que no pidan razonar quienes niegan que hubo fuga de empresas, de inversiones, caída del PIB, del consumo, del turismo, aumento del paro, adoctrinamiento,  que el respaldo a la secesión es minoritario o que en España no hay presos políticos. Se puede dialogar pero despiertos.

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