Illa altera a todos los partidos menos el suyo, lo que afianza su liderazgo en Cataluña

Pedro Sánchez y Salvador Illa en el Congreso de los Diputados. / Imagen TV
Pedro Sánchez y Salvador Illa en el Congreso de los Diputados. / Imagen TV
Inédita posición común de la extrema derecha, la derecha, la extrema izquierda y el independentismo contra Salvador Illa, que deja de ser ministro de Sanidad para convertirse en el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat de Cataluña.
Illa altera a todos los partidos menos el suyo, lo que afianza su liderazgo en Cataluña

Salvador Illa ha conseguido alterar a todos los partidos menos el suyo, el PSC, lo que afianza su liderazgo en Cataluña. De hecho, la rama socialista del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez busca sacar provecho del “todos contra Illa” en la campaña de las catalanas. 

Sánchez, según observa el diario El País, estaría apurando el cese del ministro para multiplicar su exposición y dominar la escena electoral del próximo 14 de febrero, día de la jornada electoral. Lo que no ha evitado es que la salida de Salvador Illa indigne a sus socios de gobierno.

Es inédita posición común de la extrema derecha, la derecha, la extrema izquierda y el independentismo contra Salvador Illa, que deja de ser ministro de Sanidad para convertirse en el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat de Cataluña.

Pedro Sánchez y Salvador Illa en el Congreso de los Diputados. / Imagen TV

Pedro Sánchez y Salvador Illa en el Congreso de los Diputados. / Imagen TV

Tal vez sin esperarlo nadie, la pandemia resta así protagonismo al plebiscito independentista en los comicios más abiertos de los últimos años, como destaca La Vanguardia.

Ahora, la eficacia o falta de eficacia de los gobiernos catalán y central será uno de los elementos que ese echarán en cara los tres principales partidos en liza en los comicios catalanes: Junts, ERC y el PSC.

Para el mencionado diario catalán, las elecciones en su comunidad se presentan como las más abiertas de los últimos años en Cataluña por dos incógnitas fundamentales: 1) qué ocurrirá con el 40% de votantes que, según la encuesta del CIS, aún no han decidido en quién depositarán su confianza, y 2) en qué grado se producirá un descenso de la participación. @mundiario

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