La horca montada por los trumpistas frente al Capitolio, un símbolo
En la iconografía del asalto a la democracia por parte de los seguidores de Trump, esta imagen adquiere el significado más profundo de sus intenciones.

He revisado decenas de fotos, publicadas en numerosos medios, de los sucesos fatídicos del 6 de enero, cuando los seguidores de Donald Trump, inspirados durante días por la oratoria de su jefe, asaltaron la casa de la democracia y, entre las más connotadas, he seleccionado tres, hay una de ellas que sobrecoge por su impacto y contenido: una horca frente la capitolio para eliminar a los opositores de su lider, “a los perros demócratas y radicales de izquierda que le han robado las elecciones”.
El fotorreportero Andrew Caballero, de AFP, captó cómo los partidarios del presidente Donald Trump que se reunían frente al lado oeste del Capitolio. montaron este emplazamiento de una horca con su soga para declarar su guerra a sus enemigos, como si estuvieran en pleno oeste.
A las imágenes del manifestante que entró en la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y ocupó su escritorio, a la del hombre búfalo, a la del usurpador que se pasea por los pasillos del Capitolio con la bandera confederada de los racistas del sur, también hay que sumar la foto, la segunda que selecciono, de los trumpistas que rompen los equipos de prensa de medios, valorados en decenas de miles de dolares, entre ellos cámaras de la Agencia AP, en un gesto troglodita contra la libertad de prensa.
Equipos de prensa de la AP destruidos por los asaltantes. / Agnes Bun, de AFP
"Gritan lo que Trump dice con frecuencia: "los medios son enemigos del pueblo". Destruyen equipos y expulsan a los periodistas. Nunca había visto nada como esto en mis 20 años de carrera” – escribió Shomari Stone, de la NBC, en Twitter
“Esto era algo que nadie había experimentado antes, una escalada de un nivel nunca visto”– declaró a la revista People, el fotógrafo de Asociated Press, Andrew Harnik, quien ha cubierto regularmente las manifestaciones de protesta en Washington D.C
Los incidentes fueron condenados por grupos de la prensa, incluida la Asociación Nacional de Fotógrafos de Prensa, el Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa y la Sociedad de Periodistas Profesionales, y es que la violencia no tiene lugar en una democracia.
Patrick Maks, portavoz de Associated Press, dijo que los sucesos son "un recordatorio de los peligros a los que se enfrentan los periodistas tanto en Estados Unidos como en todo el mundo todos los días mientras simplemente intentan hacer su trabajo".
Un manifestante sostiene una banderola que presenta a Trump como Rambo. / Tayfun Coskun, de Anadoly Agency
La tercera foto de mi selección es en la que aparece en una pancarta, sostenida por uno de sus seguidores, la figura de un Trump musculoso y aguerrido, armado como Rambo, con gesto de luchar y enfrentarse a sus enemigos.
Trump no es un payaso. En mi modesta opinión no debíamos llamarlo así. Los payasos divierten y hacen reír a los niños y mayores. La esencia de un payaso es admirar la vida y divertir.
Los que creen que esta historia ha terminado con la derrota de Donald Trump en las elecciones, cometen un error. El trumpismo sigue vivo, y entre sus millones de seguidores surgirá seguramente un nuevo profeta apocalíptico y manipulador. Trump es el efecto no la causa. Los problemas económicos y sociales que utilizó él como banderas en su política, y que afectan a sectores de la población norteamericana, siguen ahí y cualquier demagogo retomará su discurso populista: “América primero, América grande de nuevo”.
Veremos , con el tiempo, cómo Hollywood utilizará los bochornosos sucesos del asalto al Capitolio, el 6 de enero del 2021, como argumento para nuevos filmes, donde las fotos que he mencionado en este artículo serán una fuente de materia prima para sus guiones. Habrá cintas para todos los gustos: dramas y comedias. Y no nos extrañemos si alguna de ellas gana el Premio Oscar. @mundiario