Los tres hombres que podrían marcar la suerte de Michel Temer en Brasil

Eduardo Cunha, exdiputado en el Congreso de Brasil. / Twitter.
Eduardo Cunha, exdiputado en el Congreso de Brasil. / Twitter.

Dos exdiputados y un exsecretario tienen en sus manos la suerte del presidente, arrinconado y linchado por todos los sectores de la sociedad.

Los tres hombres que podrían marcar la suerte de Michel Temer en Brasil

Michel Temer está llevando a su Gobierno a convertirse en un auténtico calco del de Nicolás Maduro. No obstante, la situación de ambos está marcado por una notable diferencia: Temer no cuenta con el apoyo de las instituciones públicas. De hecho, sus hombres de confianza han ido cayendo uno a uno al punto que le han dejado prácticamente a su merced contra las enfurecidas autoridades locales.

De todos los caídos, hay tres que deberán tener cuando menos pensativo al mandatario. A continuación, los nombres de esos tres personajes que podrían dinamitar la casa presidencial:

1. Geddel Vieira Lima

No es solo uno de sus hombres más cercanos, sino también fue uno de sus funcionarios más importantes. Vieira Lima ocupó durante seis meses la oficina principal de la Secretaría del presidente, por lo que entre sus responsabilidades estaba representar al mandatario ante el Congreso. Renunció a su puesto en noviembre, cuando el exministro de Cultura, Marcelo Calero, le acusó de obligarle a intermediar para la construcción de un edificio en una zona protegida. Aquella acusación le dejó muy mal parado, por lo que enfiló su renuncia.

No obstante, la acusación no pasó a más y Vieira Lima siguió en libertad hasta el martes de esta semana. La policía le detuvo en Bahía, pero lo hizo por una nueva acusación: sobornar –el delito por antonomasia en la clase política de Brasil- a un diputado y un empresario para que no le delaten a él y otros funcionarios en sus declaraciones a las autoridades, pues ambos están tras las rejas.

Con tremendas influencias y movimientos en su palmarés, Vieira Lima se convierte en pieza elemental para Rodrigo Janot, fiscal general del país, y su equipo.

2. Rodrigo Rocha Loures

Diputado en la Cámara de Diputados, era también un asesor importante para el jefe de Brasilia. El exlegislador fue capturado a principios de junio como parte de una operación que buscaba determinar que el presidente había exigido y aceptado sobornos.

Rocha Loures es conocido en Brasil como El diputado de la maleta. Ese mote llegó luego de que fue pillado saliendo de un restaurante con un maletín en el que portaba una cantidad equivalente a 150.000 euros. Ese dinero lo recibió de Joesley Batista, jefe del imperio cárnico JBS, quien pagó la cantidad como parte de un soborno para obtener favores del Gobierno.

Fue arrestado porque su puesto como diputado era interino. Cuando el titular del escaño decidió retomarlo, Rocha Loures quedó a merced de los leones. Arrestado, los medios de comunicación llegaron a insinuar que podría pactar con las autoridades una declaración en la que podría hundir a sus excolegas de Gobierno y, por qué no, al mismo presidente, a cambio de una reducción de pena. Temer se niega a creer en esta traición en público, pero el caos en que se ha convertido Brasil hace pensar que de puertas para adentro reza a diario para que su exasesor no le de la puñalada por la espalda.

3. Eduardo Cunha

Es el hombre más temido, odiado pero a la vez respetado de Brasilia. Es conocido por ser la versión de la vida real de Frank Underwood, el personaje de la famosa serie House of Cards. Cunha fue el principal impulsor que dio con la caída de Dilma Rousseff mediante el impeachment del año pasado.

Ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados, pero sus constantes escándalos de corrupción le hicieron caer y hoy está tras las rejas. Pese a eso, Cunha es capaz de dejar a cualquier con el corazón en la garganta, pues es alguien sin escrúpulos, con contactos y con la experiencia suficiente para armar y desarmar estructuras. Era integrante del Partido del Movimiendo Democrático Brasileño (PMDB), el mismo que Temer, pero eso no quiere decir que el presidente cuente con su apoyo.

En Brasilia no se mueve ni tan siquiera un alfiler sin que este fanático religioso se entere. Un paso en falso de Temer o de lo que queda de su Gobierno y Cunha, como buen carroñero, podría hacerles pagar muy caro ese error.

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