Hermann Tertsch y el honor de la familia de Pablo Iglesias

Pablo Iglesias y Manuel Iglesias Ramírez.
Pablo Iglesias y Manuel Iglesias Ramírez.

Manuel Iglesias Ramírez no fue condenado a muerte el 27 de julio de 1939, en juicio sumarísimo número 15.524 celebrado en Úbeda, por participar en sacas, como afirmaba el periodista en el artículo, sino por rebelión.

Hermann Tertsch y el honor de la familia de Pablo Iglesias

"Mi verdad, tu verdad, su verdad. No, la verdad / Buscada con rectitud, rigor y voluntad...". Con más frecuencia de la deseada oímos lo que queremos escuchar y contamos lo que nos gustaría que hubiera sucedido: la verdad no nos interesa. Querríamos que las cosas hubieran sido como las imaginamos, olvidando el pensamiento de Confucio: “El camino de la verdad es ancho y fácil de hacer. El único inconveniente es que los hombres no lo buscan.”

El 28 de junio de 2017 el Juzgado de primera instancia número 3 de Zamora condenaba al periodista Herman Tersch por intromisión en el honor de Manuel Iglesias Ramírez, abuelo de Pablo Iglesias Turrión, en un artículo publicado en 2016 en el diario ABC. Hace unos días la Audiencia Provincial de Zamora desestimaba el recurso de apelación presentado por el periodista.

Manuel Iglesias Ramírez no fue condenado a muerte el 27 de julio de 1939, en juicio sumarísimo número 15.524 celebrado en Úbeda, por participar en sacas, como afirmaba el periodista en el artículo, sino por rebelión, al haber presidido durante casi un año un tribunal militar republicano en Úbeda durante la guerra. Tampoco firmó durante ese tiempo centenares de penas de muerte.

Si es cierto que, junto a otras personas, fue procesado en Madrid al finalizar la guerra –juicio sumarísimo número 12.861–, por el secuestro y desaparición del Marqués de San Fernando y su cuñado, según denuncia presentado por la esposa y hermana, respectivamente, del desaparecido. Esta causa, tras mantenerse abierta durante más de cuatro años, finalizó con su sobreseimiento el día 21 de julio de 1943.

Cualquier afirmación contraria a la síntesis expuesta sobre ambas sentencias, podría ser calificada de muy diversas formas: error, mala fe, tergiversación, irresponsabilidad, falta de rigor, ... Ante la verdad, buscada honradamente, con rigor y rectitud, no hay ni amigos ni enemigos, ni afines ni adversarios: sólo la verdad. Antonio Machado lo dijo de esta forma, tan clara y sencilla:

Tu verdad? No, la verdad,
y  ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.

He leído con detenimiento las dos causas citadas, para documentar un trabajo que tengo finalizado, y puedo  afirmar que el polémico artículo no se sostiene en pie. Quedan al margen el pensamiento de cada uno y sus convicciones, la verdad es una. @mundiario

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