¿Por qué han llegado hasta aquí los impulsores del secesionismo catalán?
Se ha dado escasa importancia al estudio de la historia, por lo que su conocimiento superficial provoca la pérdida del sentido de identidad y corremos el riesgo, ya sobrevenido, de que alguien la rescriba según sus intereses.
La cesión de competencias en materia educativa y el escaso o nulo control del Estado sobre los contenidos de los programas educativos, ha dado lugar a una enseñanza torcida de la historia que, acumulada sobre generaciones de niños, ha desembocado en el movimiento secesionista catalán y en otras veleidades nacionalistas.
Los impulsores de la declaración unilateral de independencia han sido educados en un ambiente de desarraigo de todo lo que suene a español y, naturalmente, han educado a sus hijos bajo los mismos principios.
En el año 2000, la Asociación de Geógrafos Españoles publicó un informe sobre el grado de cumplimiento de la LOGSE, de los Reales Decretos de contenidos mínimos para la Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato y de los Reales Decretos de cada comunidad autónoma, en los que se concretaban los contenidos de los citados niveles educativos. Los resultados fueron lamentables. Tras la promulgación de la Ley Orgánica de Educación de 2006, una gran parte de las corruptelas apuntadas en ese informe seguían presentes en los libros de texto. Recomiendo su lectura a quienes deseen conocer los detalles.
Los impulsores de la declaración unilateral de independencia han sido educados en un ambiente de desarraigo de todo lo que suene a español y, naturalmente, han educado a sus hijos bajo los mismos principios.
En noviembre del año 2007, Manuel Romero publicaba en el diario El Mundo un estudio sobre el mismo tema, con idénticos resultados. En la misma época tuve la curiosidad de analizar textos de geografía e historia de todas las comunidades autónomas y confirmé lo expuesto.
A través de los mensajes tendenciosos o confusos que se envían a los niños en los libros de texto, se da una visión pacata y localista de la historia, cuando no falsa, con el consiguiente perjuicio para ellos y, naturalmente, para la idea de España, por cuanto se pierde una parte importante de los vínculos comunes.
¿Qué ha sucedido? Que no hubo “... controles previos sobre los manuales, y el sistema (para determinar los contenidos) se basa en la confianza” -según la insólita e irresponsable declaración de la Ministra de Educación Mercedes Cabrera en el año 2007 -, pese corresponder esta tarea a la Dirección General de Cooperación Territorial y Alta Inspección.