¿Ha renunciado España a tratar sobre la soberanía de Gibraltar y el territorio usurpado?

Imagen aérea de Gibraltar. / Mundiario.
Imagen aérea de Gibraltar.
Picardo, ministro principal de la colonia, está ufano y en su declaración subraya que "no hay aspectos del marco que se hayan acordado que en cualquier parte transgreda la posición de Gibraltar sobre soberanía, jurisdicción o control”.
¿Ha renunciado España a tratar sobre la soberanía de Gibraltar y el territorio usurpado?

Una simple pregunta: ¿Es que con el acuerdo sobre la no aplicación del Brexit con respecto a la colonia británica de Gibraltar, España renuncia definitivamente a reclamar la soberanía sobre el peñón, empezando por el terreno, donde está el aeropuerto, usurpado, pero no cedido por el Tratado de Utrecht?: Repasemos un poco la historia de los frustrados intentos del Reino de España de abrir conversaciones, al menos, sobre la soberanía de la roca

Resolución 2.070 de la XX Asamblea General de Naciones Unidas

Aprobada el 16 de diciembre de 1965, invita a los gobiernos de España y el Reino Unido a iniciar sin demora conversaciones sobre la soberanía de Gibraltar. Fue la primera de una serie de textos en los que se reitera la necesidad del diálogo entre Londres y Madrid.

Resolución 2353 de la XXII Asamblea General de Naciones Unidas

Aprobada el 19 de diciembre de 1967, establece que toda situación colonial que destruya parcial o totalmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y específicamente con el párrafo 6 de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General sobre descolonización en general

Resolución 2429 de la XXIII Asamblea General de Naciones Unidas

Aprobada el 18 de diciembre de 1968, pedía al Reino Unido como Potencia administradora que pusiese término a la situación colonial de Gibraltar antes del 1º de octubre de 1969, declarando que el mantenimiento de dicha situación es contrario a los propósitos y principios de la Carta.

Y luego de iniciadas las conversaciones, siguieron las solemnes declaraciones o las tomaduras de pelo de aquello de “Pensar juntos”

Declaración de Lisboa

Firmada el 10 de abril de 1980 por los ministros de Asuntos Exteriores de España y Gran Bretaña, Marcelino Oreja y Lord Carrington, recogió el compromiso de los dos Gobiernos de resolver el problema de Gibraltar en un espíritu de amistad y de acuerdo con las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas.

Declaración de Bruselas

Firmada por los ministros de Asuntos Exteriores británico y español, Sir Geoffrey Howe y Fernando Morán, el 27 de noviembre de 1984, sentó las bases de un nuevo proceso negociador encaminado a solucionar todas las diferencias sobre el Peñón, incluidos los asuntos de soberanía.

Sin haber cedido en nada sobre lo que realmente reclamó España desde hace más 300 años, la colonia ha logrado seguir siendo británica con todas las ventajas, gracias las cesiones del Gobierno de nuestro país, que le permitirán seguir disfrutando de un estatuto especial. España no plateó ni siquiera abrir de conversaciones sobre la soberanía en este nuevo clima, pese al mandato de las Naciones Unidas y las propias declaraciones de ambos gobiernos, la última de las cuales fue la de Bruselas de 1984. La colonia se afianza como parte del Reino Unido con un trato excepcional que usará nuestro país como le apetezca en cuestiones esenciales para no ser tratado como un país tercero. Vean la Declaración del Ministro Principal de la colonia, Picardo sobre el acuerdo posterior al Brexit para Gibraltar”, donde dice:

“Vamos a evitar los peores efectos de un Brexit duro. Pero por supuesto, ir al alambre significa que tenemos muchos fines perdidos para llegar a un acuerdo con muy poco tiempo para ir. Por lo tanto, por favor, tengan paciencia con nosotros, ya que ahora tenemos que dar efecto a las disposiciones para mejorar las medidas transitorias mientras ultimamos las negociaciones de este Tratado. No hay aspectos del marco que se hayan acordado que en cualquier parte transgreda la posición de Gibraltar sobre soberanía, jurisdicción o control”.

O sea, que nada ha cambiado, en la cuestión esencial que España ha planteado siempre, pero la colonia va a disfrutar de un privilegiado trato. ¿Seguirán los llanitos seguir usando nuestra Seguridad Social, disponer de una segunda vivienda en España y eludir el pago de impuestos evitando residir de este lado de la futura inexistente reja con un simple recuento de días evitables?

Picardo concluye con la misma claridad.

“A medida que el mundo se une más, no podíamos vernos más aislados del continente físico de Europa. Esa fue la llamada del siglo XXI. La llamada que todos hemos encontrado irresistible. El llamado que debíamos a las generaciones futuras para responder con valentía y determinación como lo hemos hecho. Por lo tanto, esperamos que el acuerdo de este año nuevo sea el comienzo no sólo de un feliz año nuevo, sino de muchas décadas felices, si no siglos, por venir”. O sea, “british for ever”, pero sin la verja dichosa. @mundiario

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