La guerra entre democracia y populismo no ha hecho más que empezar, asegura Yascha Mounk

Yascha Mounk. / YouTube
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"La victoria de los populistas no es inevitable. Pero, después de presenciar el terrible perjuicio que un narcisista personaje televisivo ha sido capaz de infligir a la democracia más antigua del mundo, nadie podrá sorprenderse si lo consiguen en otros países", opina este profesor.
La guerra entre democracia y populismo no ha hecho más que empezar, asegura Yascha Mounk

Hasta este día de Reyes, la última ocasión en la que los enemigos de la democracia consiguieron irrumpir en el Capitolio de EE UU fue en 1814, cuando las tropas británicas tomaron las calles de Washington. Esto ayuda a entender por qué los acontecimientos del miércoles, a diferencia de muchos otros sórdidos sucesos de los últimos cuatro años, se recordarán durante décadas, según aventura Yascha Mounk, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins y autor de El pueblo contra la democracia (Paidós).

En un artículo que publica El País, Yascha Mounk, titulado La guerra entre democracia y populismo no ha hecho más que empezar, sostiene que "aunque con graves daños", la democracia "ha resistido en EE UU" y que "desafíos parecidos acechan otros sistemas políticos más frágiles".

Trump, responsable

Por primera vez, constata Yascha Mounk, una insurrección popular ha interrumpido las deliberaciones de los representantes libremente elegidos por los estadounidenses: "Y la persona responsable de que se haya reunido esa turba, la que la ha movilizado, no es un terrorista fanático ni el líder de una extraña secta religiosa, sino el presidente de Estados Unidos."

Para los estudiosos del populismo autoritario, estos acontecimientos parecen inevitables, a juicio de este profesor de la Universidad Johns Hopkins: "Desde que entró en política, Donald Trump siempre ha dejado claro que él era el único que representaba al pueblo estadounidense. Esa convicción es la que le ha llevado, a cada paso, a entrar en conflicto con cualquier institución democrática que limitara su caprichoso ejercicio del poder. Desde el punto de vista de Trump, ni los jueces ni los representantes electos tienen derecho a trastocar la voluntad del pueblo, tal como la interpreta su mente narcisista."

Populismos en el mundo

A diferencia de lo que pasó finalmente en EE UU, en muchos otros países de Europa, Asia, África o Sudamérica, los populistas autoritarios han conseguido adueñarse por completo del sistema político. Y, según Yascha Mounk, hay muchos otros que aguardan entre bastidores, "dispuestos a aplicar las mismas reglas".

"La victoria de los populistas no es inevitable. Pero, después de presenciar el terrible perjuicio que un narcisista personaje televisivo ha sido capaz de infligir a la democracia más antigua del mundo, nadie podrá sorprenderse si lo consiguen en otros países. La guerra trascendental entre democracia y populismo no ha hecho más que empezar", concluye este profesor de Estudios Internacionales Avanzados. @mundiario

La guerra entre democracia y populismo no ha hecho más que empezar, asegura Yascha Mounk

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