Las dos Guatemalas o el triunfalismo arrogante y urbano céntrico de los 'Jimmylibers'

Don Quixote.
Don Quixote.

Esta Nación que no lo es, con muchas etnias e idiomas, se debate entre lo urbano y lo rural, entre la exclusión y el acaparamiento del poder político, económico y social.

Las dos Guatemalas o el triunfalismo arrogante y urbano céntrico de los 'Jimmylibers'

Esta Nación que no lo es, con muchas etnias e idiomas, se debate entre lo urbano y lo rural, entre la exclusión y el acaparamiento del poder político, económico y social.

En Guatemala, este proceso electoral lejos de ser atípico como algunos analistas lo han calificado, ha sido el “típico” Chapín: ignominioso, desleal y aborregado.  Al final nos tocará “decidir” entre dos opciones altamente calculadas por quienes realmente gobiernan el país, una de las cuales es la favorecida por los patrones que gustan de políticos obedientes y acomedidos.

Los temas de fondo que seguirán marcando el rumbo no han sido tocados con seriedad, responsabilidad y empatía ciudadana por el par de “Ejecutivos” que tuvimos en cuatro años, y menos por la pléyade de sórdidos personajes que se regodean en el hemiciclo parlamentario del Congreso de la República. Entre otros, la economía sigue creciendo, sin embargo no crece el alcance del Estado en cuanto a servicios básicos. Se reformó la Ley Electoral y de Partidos Políticos, pero dejando puertas para que continúe el caciquismo, transfuguismo y un oneroso costo para ser candidato a elección popular.  El modelo de representación sigue intacto, por lo tanto excluyente.

Nos esperan cuatro años para alcanzar nuevos niveles de novela, el desenlace del general y su expareja en casa presidencial.  Falta mucho de ese libreto que muy pocos conocen pero todos padecemos.  Los mismos problemas, con los mismos políticos y las mismas soluciones; no hace falta ser un genio para prever los resultados.

Es de risa que algunos intenten asustar con “el petate del muerto”, que nos salvamos de ser Venezuela dicen algunas cajas de resonancia del más recalcitrante -nuevo discurso-, tontos útiles devenidos en “emelenistas 2.0”.  Los que ya dan por ganador a Jimmy Morales pecan de arrogantes y urbano céntricos, ni siquiera se han empezado a contar los votos y ya celebran la victoria electoral.

La última encuesta que pone a Morales 35 puntos delante de Sandra Torres, es eminentemente urbana y realizada con una muestra pequeña y concentrada. Importa ganar, no el país.  Exmilitares, amplios grupos del sector privado, y la mayoría de la clase media urbana, están con el candidato Morales, o más bien, están con la oportunidad que representa asaltar el Gobierno nuevamente con un cómico que actúa perfectamente como oveja para que luego una manada de Lobos lo devore, a él y a nosotros. Guatemala se mostrará tal cual: urbana o rural, pero lejos de ser una.  Las plazas esperan pacientemente el 2016.

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