Guatemala ignora a la ONU y trasladará su Embajada en Israel a Jerusalén

Jimmy Morales, presidente de Guatemala. / Twitter-RT
Jimmy Morales, presidente de Guatemala. / Twitter-RT

El comediante Jimmy Morales ordena la reinstalación de la sede diplomática del país centroamericano, uno de los pocos que tuvo la ocurrencia de cerrar filas con Estados Unidos.

Guatemala ignora a la ONU y trasladará su Embajada en Israel a Jerusalén

Apoyado por un lamentable fervor religioso de sus seguidores en redes sociales, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, confirmó que la Embajada del país en Israel será trasladada a Jerusalén, secundando la noción de Estados Unidos y llevando la contraria a la Asamblea General de la ONU. "He girado instrucciones a la canciller (guatemalteca Sandra Jovel) para que inicie las coordinaciones respectivas para que así sea", publicó en sus plataformas sociales.

Previo al polémico anuncio, el mandatario se había comunicado con Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, y le dio su palabra de reinstalar sus instalaciones diplomáticas, que hasta hoy se encontraban en Tel Aviv, capital de aquel país. La conversación entre los dos líderes conservadores los hizo celebrar "las excelentes relaciones que hemos tenido como naciones desde que Guatemala apoyó la creación del Estado de Israel", en palabras de Morales.

Ya el viernes de la semana pasada, el comediante -que sí, que esa es su profesión- había defendido la posición de Guatemala de apoyar a Estados Unidos en su disparate de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, justo un día después de que la ONU condenara dicha decisión. Morales justificó esto en que el país centroamericano es "pro Israel históricamente". "En los 70 años de relación, Israel ha sido nuestro aliado", aseguró.

De esta forma, Guatemala se une a Honduras, Togo, Micronesia, Nauru, Palau y las Islas Marshall como los únicos, y para nada ilustres estados que se atrevieron a llevar la contraria a la ONU para hacer piña con Washington D.C. La decisión en el país fue celebrada por los grandes líderes religiosos, especialmente los evangélicos, que ensalzaron el coraje de Morales de bendecir a Jerusalén en algo así como el cumplimiento de un acto profético. Ese fervor religioso se expandió a las redes sociales, donde miles de usuarios, ajenos e ignorantes a los riesgos políticos que conlleva esta decisión, felicitaron al mandatario por tremendo disparate. @mundiario

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