Guatemala inicia su viaje hacia el caos incendiando la sede del Legislativo

Congreso de Guatemala en llamas. / Twitter
Congreso de Guatemala en llamas. / Twitter
La población salta a las calles en protesta al presupuesto aprobado en la semana por el Congreso, el cual dejó sin fondos a causas vitales para el país.
Guatemala inicia su viaje hacia el caos incendiando la sede del Legislativo

Fiel a su nada notable tradición de ir por la vida como un perro persiguiéndose su cola, Guatemala inició este sábado una nueva ola de protestas. Luego de que el Congreso de la República aprobara entre semana un presupuesto deliberadamente trazado para beneficiar a los diputados, la población convocó a protestas que, se espera, escalen al nivel de tensión que las vividas en Chile o Perú. Como punto de partida, los manifestantes forzaron su entrada en el Palacio Legislativo y le prendieron ante la difusión masiva de las imágenes mediante redes sociales.

La situación empezó a cocinarse desde mediados de semana. En un acto ilustre de cinismo, repulsión y corrupción, los diputados aprobaron un presupuesto que quitaba, entre otros, fondos a obras sociales y el combate a la desnutrición y se atribuían a sí mismos más del equivalente dos millones de dólares nuevos para comprarse comida, literalmente y otros dos millones adicionales para el Parlamento Centroamericano (Parlacén), una cloaca que sirve para que los expresidentes de Centroamérica se refugien pues no solo no hacen nada, sino que por tener teóricamente funciones parlamentarias, cuentan con protección legal. Eso sin contar su sueldo. Así las cosas, mediante las plataformas como Facebook o Twitter la población convocó a la acción para este sábado por la tarde.

La imagen del congreso en llamas recorrió rápidamente las mismas plataformas en una imagen inédita en años para un país que apenas en 2016 había protestado de forma pacífica hasta sacar al gobierno de Otto Pérez Molina. Pero la situación ha hecho que las aguas se salgan de su cauce y ahora esta nueva ola de protestas amenaza con ser de todo menos pacífica, pues no faltan las voces que incluso se atreven a decir que la escalada llegará hasta lo de Chile o Perú, los ejemplos más recientes de protestas salidas de control por las autoridades. 

El impacto fue tal que el mismo presidente Alejandro Giammattei, a quien la cara le mide metros enteros para seguir dándola como si nada frente a los medios y la población, salió a reprender a los causantes del incendio y amenazando con ponerlos ante la ley si se llega a descubrir sus identidades. El anuncio del mandatario es una exposición más de cinismo para un hombre que va camino de romper todos los registros de corrupción, desfachatez y protervia en menos de un año en el poder. 

Lo cierto es que Guatemala ha entrado a una nueva espiral de protestas que la hará descender al caos absoluto. Los diputados guardan silencio mientras las llamas vuelan desde las ventanas de su lugar de trabajo. La población no parece dispuesta a echarse atrás hasta que se anule el presupuesto mencionado, el cual es un golpe para un país que se muere de hambre en beneficio de estos parias. @bilderjager 

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