¿Una “guardia civil política” de Pérez de los Cobos?

Fernando Grande-Marlaska. / Mundiario
Fernando Grande-Marlaska. / Mundiario
Grande-Marlaska no explicará probablemente la causa última del cese de Pérez de los Cobos. Basta con la pérdida de confianza para cesar a quien ocupa un puesto de confianza.
¿Una “guardia civil política” de Pérez de los Cobos?

Una gran cantidad de noticias que se acumulan en las últimas treinta horas por diversos medios vienen a demostrar que el sumario que pretendían construir los “hombres” de Pérez de los Cobos era un “sumario ad hoc”, o un informe para una instrucción a la carta. Algo indigno del instituto armado al que aún pertenecen. Y me atrevo a decir al que aún pertenecen, porque, al margen de que se les apliquen los artículos 390 y 391 del Código Penal, no parecen personas cuya presencia dignifique a la Guardia Civil.

Grande-Marlaska no explicará probablemente la causa última del cese de Pérez de los Cobos. Basta con la pérdida de confianza para cesar a quien ocupa un puesto de confianza. Pero si la pérdida de confianza es por haberse (en el mejor de los casos para él) tragado semejante bodrio, bien perdida está. Lo que es difícil creer es que alguien tan preparado y hábil como Pérez de los Cobos, que ha demostrado una gran preparación y mucha destreza política a lo largo de su carrera, se haya tragado un plato tan indigesto y grosero. Lo cual quiere decir que –en contra del rasgue de vestiduras y del epíteto de imprudente– Grande-Marlaska ha hecho lo que tenía que hacer. Y punto.

En la escena político-policial española han ido surgiendo personajes a lo pancho villa, que han pretendido organizar sus propios comandos operativos para ponerlos a favor de cualquier causa que no sea precisamente la de aquella para la que les pagan, que es el servicio del Estado. Así han proliferado los villarejos de turno, los jorges fernández díaz, los ignacios cosidó, los franciscos martínez, los eugenios pino… y una posiblemente aún desconocida lista de supuestos servidores públicos que haciendo de su capa un sayo, se sirven de lo público para sacar dinero, hacer política, obtener poder, o sentirse por encima del resto de los ciudadanos. No sé si era ésa la pretensión de López de los Cobos. Pero la maniobra tenía toda la pinta.

Tras la denuncia presentada por un abogado cuya trayectoria deja mucho que desear, y aceptada por la jueza Rodríguez-Medel solo en parte (porque la mayor parte de denunciados escapaban de sus competencias), los resultados del supuesto “informe” dan toda la impresión de que estaba concebido como la base ad hoc de un sumario para quitarse de encima al delegado de Gobierno. Tergiversaciones, verdades a medias, bulos recogidos como ciertos, manipulación para falsear la declaración de algún que otro testigo… Si la jueza quiere basar en ese manojo de inconsistencias un sumario, tal vez se convierta de jueza en prejuiciosa. Su apresurado y admonitorio escrito dirigido ayer al Ministerio del Interior, aunque en el mismo dijera que no le constaba que nadie hubiera leído allí tan preciado informe, revelaban un nerviosismo poco usual, y casi una toma de partido muy poco ecuánime.

Por ahora nos quedaremos con las ganas de saber si Pérez de los Cobos pretendía también montar su propio ejército de pancho villa. Tras su desatinada actuación durante el referéndum ilegal de 2017 había recalado en Madrid para dirigir la Guardia Civil. Quizá no le parecía suficiente. Quizá algunos cantos de sirena le llevaron a concebir la esperanza de un vuelco político (normalmente se le da otro nombre)… Quizá pasaba de sus obligaciones… En cualquier caso, el bueno de Marlaska ha abortado cualquier intento. Tal vez con sabiduría y prudencia. Tal vez con suerte. Don Enrique Tierno solía decir que dios ayuda a los buenos marxistas… No sé si esa ayuda le va a llegar a la jueza Rodríguez-Medel. Dado su currículum no parece precisamente una “buena marxista”… @mundiario

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