Un grupo saudí publica una foto de un avión volando directo a una famosa torre de Toronto que recuerda al atentado del 11S
Aunque el Gobierno saudí clausuró la cuenta, las relaciones entre Canadá y Arabia Saudita no pasan por un buen momento luego de las críticas vertidas por la canciller canadiense.
Canadá y Arabia Saudita se encuentran pasando por una crisis diplomática que ha desembocado en la publicación de un tuit donde vemos una imagen que muestra un avión volando hacia la famosa Torre CN de Toronto, que tiene cierto paralelismo con los ataques terroristas del 11S. El mensaje fue publicado por una organización saudí que ya ha borrado el tuit y ha pedido las correspondientes disculpas. Dicho mensaje llegó poco después de que el embajador canadiense fuera expulsado de la nación asiática luego de que su gobierno pidiera la liberación de activistas por los derechos humanos detenidos en el reino.
La imagen fue compartida por Infographic KSA, una cuenta gubernamental saudita, justo después de que la Riad anunciara la suspensión del comercio e inversión con Ottawa. La cuenta era administrada por jóvenes voluntarios con intereses tecnológicos y fue borrada poco después del escándalo.
“El avión tenía la intención de simbolizar el regreso del embajador”, aseguraba la organización. “Nos damos cuenta de que esto no quedaba claro, cualquier otro significado no fue intencional”. Las disculpas fueron insuficientes, así que el ministerio de medios saudí ordenó el cierre de la cuenta.
Captura del tuit. / Twitter.
La tensión entre las naciones sigue creciendo y es que la Riad ya ha anunciado la suspensión de todos los programas de tratamientos de pacientes saudíes en hospitales canadienses, ordenando su inmediato traslado a otras naciones.
La indignación de Arabia Saudí inició hace varias semanas luego de que la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, pidiera la liberación de la activista Samar Badawi y de su hermano Raif Badawi. Ella fue detenida el pasado 30 de julio, mientras que su hermano fue condenado a 10 años de prisión y a recibir mil latigazos por “insultar el islam”.
El reino consideró las réplicas de la canciller como una “injerencia flagrante en los asuntos internos del país”, y defendió la legalidad de las detenciones. También llamaron a consulta a su jefe de misión en Ottawa, congelaron las transacciones comerciales entre ambas naciones y suspendieron los vuelos a Toronto. Entre otras medidas, resaltan el traslado de 7.000 estudiantes becados en Canadá y unos 5.000 familiares de los mismos. Por su parte y tras su expulsión, Freeland aseguró que su país “siempre defenderá los derechos humanos en Canadá y en todo el mundo”. @mundiario
