El Gobierno minimiza la presión por resolver la crisis de Cataluña

Pedro Sánchez, presidente de España. / Captura TV
Pedro Sánchez, presidente de España. / Captura TV
La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha restado importancia a los pedidos de Junts y la CUP a ERC para que tenga una posición más dura en la Mesa de Diálogo. 
El Gobierno minimiza la presión por resolver la crisis de Cataluña

El Gobierno enfrenta una nueva tormenta. Tras las proclamas, pancartas y escenografía sin concesiones en favor de la autodeterminación, la amnistía y la independencia de Cataluña mostrada el miércoles por los líderes separatistas catalanes a su salida de la cárcel por los indultos, en La Moncloa le han restado importancia al hecho. 

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, indicó que el panorama era “de prever” tras haber pasado la mayoría de esos dirigentes casi cuatro años en prisión, por su condena en el juicio del procés. Sin embargo, no dejó de mencionar su preocupación a que persista esa actitud intransigente de varios dirigentes catalanes.

 “La mesa de diálogo tiene que superar esa fase, muchas veces necesaria de atravesar, cuanto antes mejor, solamente de desiderátum, de posiciones extremas y avanzar en términos de cuestiones que puedan ser viables”, ha dicho Montero. Varios integrantes del Ejecutivo constataron con inquietud que esos posicionamientos ni ayudan a la digestión de la medida de gracia por la parte de la sociedad que la rechaza ni contribuyen a avanzar hacia la Agenda del Reencuentro en la que está centrado Sánchez. 

De hecho, el presidente y medio Gabinete fueron atacados por la derecha en la sesión de control en el Congreso. Los más indulgentes les acusaron de mentirosos y traidores y atribuyeron la decisión del Ejecutivo sobre los nueve indultos a su afán por mantenerse en el poder. Sobre todo, gracias a los votos de Esquerra (ERC). Sin embargo, el portavoz republicano, Gabriel Rufián, también se le fue encima de Sánchez al deslizar que su decisión había sido “por valentía o por la necesidad”.

 El presidente viajó a Bruselas para un Consejo Europeo y obvió referirse a las excarcelaciones insistiendo en su mensaje sobre la convivencia: “Lo más importante es pedir a todas las fuerzas políticas, y también a los territorios, concordia, porque la concordia política y territorial va a hacer que la economía española se relance con mucha más fuerza en los próximos meses y años”.

Hay un camino por duro para Sánchez. Los siguientes pasos en esta delicada operación política para el presidente son ahora la entrevista bilateral del próximo martes con Pere Aragonés que tendrá lugar en La Moncloa y la reactivación de la Mesa de Diálogo sobre Cataluña.

Según El País, el Ejecutivo apunta a que en la Mesa se pueda fijar la hoja de ruta de las próximas negociaciones que podría postergarse tras las vacaciones, aunque desde ERC se apostó porque sería bueno que la primera reunión de esta nueva etapa se plasmase cuanto antes. @mundiario

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