El Gobierno de López Obrador rompe un récord de violencia en cuatro meses

Andrés Manuel López Obrador. / RRSS
Andrés Manuel López Obrador. / RRSS

El recién estrenado Ejecutivo presencia cómo las estadísticas de homicidios van en aumento en todo el país mientras su Guardia Nacional espera a marcar una diferencia.

El Gobierno de López Obrador rompe un récord de violencia en cuatro meses

En apenas tres meses de lo que va de 2019 la cuota de homicidios en México ha llegado ya a los 8.493, superando por un 9,6% a las estadísticas reportadas para el mismo período el año pasado de acuerdo a lo publicado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El anuncio de estos datos llega luego de que el fin de semana se sufriera una masacre durante una fiesta nocturna en la que 13 personas perdieron la vida, una prueba más de la violencia desmedida que sufre el país desde hace más de 10 años. Fue precisamente el año pasado el que tuvo el mayor número de homicidios registrados, con nada menos que 33.369.

Este récord llega como un duro golpe al Gobierno recién estrenado de Andrés Manuel López Obrador. El inagotable mandatario llegó a la presidencia con la promesa de encargarse de todo lo que no hizo su predecesor, el priísta Enrique Peña Nieto. Un discurso del montón, vamos. Uno de esos grandes problemas era, o es, visto lo visto, la violencia, para la que creo la Guardia Nacional, aunque de momento los resultados todavía están por verse. Eso sí, el presidente lanzó un mensaje de optimismo desde Veracruz, donde prometió que, eventualmente, la violencia disminuirá. "Estamos estabilizando para que ya no continúe la tendencia al crecimiento en la violencia. Yo considero que nos va a llevar algún tiempo, pero va a empezar a bajar", dijo.

Sus palabras no están cargadas precisamente de optimismo y son todavía menos motivadoras si se toma en cuenta que se dijeron en el último escenario de la violencia armada en el país. El viernes por la noche un grupo de individuos fuertemente armados interrumpió una fiesta en Minatitlán para matar sin miramientos a 13 personas, incluido un bebe de apenas un año. La masacre apunta a haber sido organizada por el Cártel Jalisco Nueva Generación, de acuerdo a reportes de la prensa local.

Pero aquella sangrienta interrupción parece no estar en la agenda del presidente, quien se ha negado rotundamente a comentar cualquier cosa al respecto. Su preocupación está más en que la gente confíe en su plan de la Guardia Nacional que en enviar un mensaje de auténtica esperanza. Eso sí, tampoco desaprovechó la oportunidad para quitarse algo de hierro y acusó a las autoridades previas de ser cómplices de la violencia y el crimen organizado en la región.

La frialdad con la que responde a preguntas de este tema es seriamente alarmante. Lo es también su contradicción. Para él, la dichosa Guardia Nacional es un remedio para todos los males del país. Se trata de un cuerpo de seguridad con índoles militares, algo que él mismo criticó en Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, sus dos predecesores, quienes crearon estrategias de seguridad con las Fuerzas Armadas. Parece que se le olvidaron sus críticas porque al momento de estrenar su Gobierno creó que un plan militar que calca el del panista y el priísta.

López Obrador apuesta sus fichas a la defensa contra los grupos criminales mediante este nuevo cuerpo armado, así como proyectos de integración a la sociedad, que son básicamente despachos que dan principalmente dinero en efectivo a personas que se encuentran en una posición vulnerable para volverse criminales. "En la medida que se vayan consolidando los programas sociales, en esa medida va a empezar a cambiar mucho el ambiente y se van a ir aislando los grupos de delincuentes, se van a quedar sin base social", defendió sus ideas. De momento cuenta con el visto bueno de la población, pues de acuerdo a El Financiero, el 64% de la población aprueban sus movimientos en el tema de la seguridad, uno de los más delicados del país.

El presidente está dispuesto a aprovechar cualquier noticia, por más mínima que sea, para ensalsarze. Por ejemplo el lunes presumió que el robo de barriles de combustible había pasado de los 80,000 a los 2,000 diarios de febrero a día de hoy. Los grupos criminales obviamente ya le han advertido que no soportarán que se les siga quitando su combustible, algo que le puede poner al presidente en condición de mártir. "Soy un ser humano, y tengo miedo, como todos los seres humanos, pero no soy cobarde", dijo con el pecho inflado. @mundiario

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