¿Por qué el Gobierno no despliega los buques listos contra las mafias del tráfico ilegal?
El Gobierno tiene a mano acabar con las embarcaciones lanzadera que remolcan los cayucos a las proximidades de Canarias o Levante. Las Armada dispone de un tipo de buque especialmente pensado, entra otras funciones, para la colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado contra el tráfico de personas. Los llamados BAM, Buques de Acción Marítima deberían haber sido desplegados para contar la acción de las mafias que operan desde Marruecos y otros países.
Estos barcos no sirven para nada amarrados a puerto en Las Palmas. El Gobierno dispone de medios para detectar en origen los movimientos de pateras y buques nodriza ya que están equipados con radares con un alcance de 250 millas náuticas sin moverse del Arsenal. Estos buques cuya misión es el control de fronteras marítimas y de inmigración ilegal fueron una costosa inversión para el Estado. Todos los tráficos hacia Canarias pueden ser detectados antes de la entrada en aguas jurisdiccionales españolas y obligar a los buques nodriza a retornar fuera de nuestras aguas.
Estos barcos polivalentes sirven además para otras cosas, pero una de sus misiones es la de policía marítima, de vigilancia, de salvamento y de lucha contra la contaminación marina con la posible colaboración en tareas de carácter humanitario desplazando equipo médico y material de diversa índole para catástrofes humanitarias.
Mientras el fenómeno de la llegada de oleadas de inmigrantes ilegales a Canarias, que ahora en más del 50 por ciento son jóvenes marroquíes, de buen aspecto, en edad militar, el Gobierno sigue inyectando fondos de dudoso control a las ONGs más variadas y optando por soluciones de emergencia, como el alojamiento en hoteles que pueden alargarse indefinidamente, debido a la pandemia y al cierre de fronteras, como Marruecos.
