El Gobierno danés convoca elecciones anticipadas para evitar una moción de censura
La primera ministra de Dinamarca ha adelanta las elecciones para noviembre, después de que sus socios exigieran un Ejecutivo “amplio” por el polémico sacrificio de visones.
Un día después de que comenzara el nuevo curso parlamentario en Dinamarca, la primera ministra Mette Frederiksen, ha convocado el miércoles a elecciones generales anticipadas, unos siete meses antes de lo previsto, para evadir una moción de censura presentada por uno de los apoyos externos del Gobierno, el Partido Social Liberal.
Sofie Carsten-Nielsen, líder de los centristas daneses, había amenazado a Frederiksen con presentar una moción de censura si antes del próximo martes no llamaba a elecciones anticipadas. Finalmente, los ciudadanos acudirán a las urnas el 1 de noviembre, con el objetivo de formar un nuevo Gobierno de “unidad nacional” que englobe “con partidos a ambos lados de la línea política de la línea central”, según la propia primera ministra.
“Con los tiempos difíciles que vivimos y las dificultades que el mundo está afrontando, ha llegado el momento de probar una nueva forma de gobierno”, indicó Frederiksen, en línea con las exigencias de los centristas, que consideran pertinente que el Ejecutivo sea conformado por fuerzas políticas de ambos extremos del espectro, pero moderados.
La jefa del Gobierno de centroizquierda danés había calificado el adelanto de elecciones como “extraño” dado el contexto “energético, económico y de seguridad” actual producido por la guerra en Ucrania. Por su parte, el partido de derecha, Moderados, del ex primer ministro Lars Løkke Rasmussen, ha recibido con buenos ojos la propuesta de conformar un Gabinete con ministros del bloque azul (coalición de derechas) y el bloque rojo (alianza de izquierdas).
La controversial eliminación del visón
Según las encuestas, los bloques de los conservadores y los progresistas están muy parejos. Frederiksen se convirtió en 2019 en la primera ministra más joven de Dinamarca, con 44 años, tras llegar al poder respaldada de un gran apoyo por su promesa de recuperar los servicios sociales daneses, erosionados durante el Gobierno conservador anterior.
Su labor durante la pandemia fue principalmente alabada por reducir las consecuencias sanitarias y las económicas tras el confinamiento, pero se ha resentido duramente de una de las medidas más polémicas: el sacrificio total de todos los visones del país, unos 17 millones de ejemplares. Su decisión fue tomada para evitar que el coronavirus pudiera mutar en estos animales.
Ese sacrificio masivo acabó con la industria peletera nacional, especialmente en el norte de Dinamarca. El país, líder en producción de pieles en la Unión Europea presentó un aumento en la tasa de paro, pues unos 5.000 empleos se perdieron con el fin de la industria. Pero la popularidad de Frederiksen se vio más perjudicada después de que se publicara un informe que alegó que o había base legal para sacrificar a los animales sanos.
De acuerdo con la propia comisión que elaboró el informe, Frederiksen desconocía la ausencia de legalidad en la eliminación de los visones, que conllevó el fin de la mayor producción mundial de esta especie, por lo que bajo el marco jurídico danés no podía ser imputada por negligencia agravada. Finalmente, no enfrentó consecuencias legales, pero sí fuertes críticas. “El Gobierno concentra demasiado poder y actúa con excesiva obstinación, por lo que es necesario un nuevo comienzo”, indicó Carsten-Nielsen en la presentación de su ultimátum. @mundiario
