El Gobierno de Cataluña pierde a su noveno funcionario en menos de un mes

Xavier Gibert. / Twitter.
Xavier Gibert. / Twitter.

Desde que cayera Jordi Baiget, exconseller de Empresa, el equipo de Carles Puigdemont ha ido menguando a casi un integrante por semana.

El Gobierno de Cataluña pierde a su noveno funcionario en menos de un mes

El Gobierno de Cataluña avanza en su proceso de autodestrucción luego de que este martes fuera destituido Xavier Gibert como jefe del Departamento de Cultura. La noticia fue confirmada por Jordi Turull, portavoz del Govern, en una conferencia de prensa a la salida del Consejo Ejecutivo. Turull ha apuntado que la destitución, que llega a poco más de dos meses para celebrar el referendo independentista, obedece a una decisión tomada por el nuevo consejero de cultura, Lluís Puig, y ha dicho que "los consejeros tienen el derecho de conformar su equipo".

Maria Dolors Portús será la encargada de tomar el relevo de Gibert. Portús, nacida en 1951, es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Barcelona y formada en gestión de bibliotecas y recursos tanto humanos como financieros.

Gibert, quien ocupaba un puesto en la Generalitat desde 2010 cuando entró patrocinado por Artur Mas, ascendió a número dos de Cultura el 11 de julio último, justo una semana después de que Puig fuera ascendido a conseller. Hasta entonces, el ahora exfuncionario era secretario general del Departamento de Empresa (2012-16) junto a Felipe Puig. Previamente, cuando aquél lideraba el despacho de Interior, también había sido secretario general. Durante el mandato de Pujol, Gibert se había hecho de poderes y responsabilidades en el Departamento de Territorio y Sostenibilidad así como en el Instituto Catalán de la Salud.

Como sea, julio ha sido un mes de mucha agitación para el Govern. Tanto Carles Puigdemont como Oriol Junqueras, presidente y vicepresidente de Cataluña, respectivamente, exigieron a sus funcionarios su apoyo incondicional para el referendo independentista que ambos proyectan para el 1 de octubre. Y desde que pronunciaron esta exigencia, las cabezas han ido rodando casi por semana. Primero fue Jordi Baiget (Empresa), quien cayó tras haber expresado sus dudas respecto a la consulta en cuestión. Le siguieron Neus Munté, Meritexell Ruiz y Jordi Jané, de Presidencia, Enseñanza e Interior, respectivamente, todos al mismo tiempo. Pero la lista de víctimas de esta escalada de Puigdemont no termina ahí. También dejaron sus puestos Joan Vidal de Ciurana, secretario de Gobierno, Albert Batlle, director de los Mossos D'Esquadra, Frederic Aran, director del servicio de emergencias, Maria Jesús Mier, secretaria general de Educación, y Antoni Llobet, secretario de Políticas Educativas.

Lo llamativo es que, a excepción de Baiget, quien fue dado de baja por el mismo presidente, los demás han dejado sus cargos de manera voluntaria, o cuando menos así ha parecido de puertas para afuera. En la oposición se han celebrado estas caídas pues se entienden como una demostración pública del nerviosismo que recorre los cuerpos de los colaboradores de Puigdemont. El líder catalán está dispuesto a todo con tal de celebrar su referendo, incluso a mandar a la guillotina a quienes por mucho tiempo le siguieron fielmente, pero que temen que el disparate les cueste su carrera e incluso repercuta en sus familias, que fue uno de los temores expresados por Baiget.

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