Giro en la política de EE UU en Siria, al atacar a El Asad por el uso de armas químicas

Misil lanzado por la marina de EE UU contra una base siria. / US Navy
Misil lanzado por la marina de EE UU contra una base siria. / US Navy

Dos buques militares de Estados Unidos, localizados en el Mediterráneo oriental, dispararon un total de 59 misiles Tomahawk a las 4:40 de la mañana hora local contra la base militar Shayrat del ejército sirio. Los rusos fueron previamente alertados del ataque, que fue explicado por el presidente Trump.

Giro en la política de EE UU en Siria, al atacar a El Asad por el uso de armas químicas

Hay un giro importante en la política de EE UU en Siria. Así lo prueba el ataque directo al régimen del presidente Bachar El Asad por el uso de armas químicas. El motivo de la ofensiva de Washington es, en efecto, un ataque de armas químicas perpetrado el martes por la dictadura siria contra centenares de personas. En este ataque de EE UU, dos buques militares, localizados en el Mediterráneo oriental, dispararon un total de 59 misiles Tomahawk a las 4:40 de la mañana hora local contra la base militar Shayrat del ejército sirio.

La inteligencia de EE UU considera que El Asad contenía allí un arsenal de armas químicas. Desde esa base despegaron precisamente los aviones sirios que llevaron a cabo el ataque químico hace dos días. En la base había tropas sirias y rusas, según informó el Pentágono, pero Rusia fue notificada del ataque con anterioridad. Tras el ataque de EE UU, Rusia denunció una “agresión contra un miembro de la ONU” y amenazó con romper la cooperación militar con EE UU en Siria. La oposición siria elogió el ataque de EE UU contra la base aérea de Shayrat, que fue explicado por el propio presidente Donald Trump.

No es la primera vez que la comunidad internacional culpa al dictador El Asad de un ataque químico. En 2013 se sospecha que su régimen mató hasta 1.000 personas

No es la primera vez que la comunidad internacional culpa al dictador El Asad de un ataque químico. En 2013 se sospecha que su régimen mató hasta 1.000 personas en un ataque similar al llevado a cabo esta semana en la localidad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.

La decisión rusa de no aceptar ni siquiera un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, condenando el ataque con armas químicas en la mencionada provincia siria de Idlib, perpetrado el pasado martes, muestra que el presidente Putin está dispuesto a permitirle prácticamente todo a su protegido, el dictador Bachar el Asad, en sus intentos por no perder el poder. Pero la legalidad internacional indica que la utilización de armas químicas es completamente inaceptable y no puede ser objeto de especulación en organismos internacionales como el Consejo de Seguridad.

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