Giorgia Meloni, perfil de una controvertida política que gobernará Italia

Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia. / RR SS.
Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia. / RR SS.
La política de 45 años va en camino de convertirse en la primera ministra de su país, también la primera mujer que ha conseguido el puesto, tras la victoria de su partido Hermanos de Italia. 
Giorgia Meloni, perfil de una controvertida política que gobernará Italia

La ultraderecha ha ganado en Italia. El futuro está por definirse, pero lo cierto es que con la victoria de Hermanos de Italia, queda a la vista una serie de nuevas relaciones que podrían quebrarse dentro de la Unión Europea (UE) con este giro que ha sufrido Roma. En cualquiera de los casos, se espera que inicien nuevas negociaciones con respecto a una gran variedad de temas...

Hermanos de Italia es un partido de extrema derecha liderado por Giorgia Meloni, una política de 45 años que se convertirá en la primera mujer en convertirse en la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, que es lo mismo a convertirse en la primera ministra del país y jefa del Gobierno. 

Desde el dictador Benito Mussolini, Italia no había contado con un líder extremista. Luego de que finalice el conteo oficial de las elecciones del pasado 25 de septiembre, el presidente del país, Sergio Mattarella, deberá consultar con los líderes de los partidos políticos quién deberá liderar el Consejo Ministros.

Al haber obtenido la mayoría y contando con el apoyo de la Liga, de Matteo Salvini, y de Forza Italia, que dirige Silvio Berlusconi, todo indica que Meloni será quien gobierne Italia. El mayor problema que quizás enfrenta Meloni, es que ha sido asociada al fascismo, una etiqueta que ella misma ha buscado rechazar sin mayores éxitos.

El auge de los partidos ultraderecha en Italia viene derivado de la reforma que han tenido en los últimos años, pero también por los problemas que han afectado al país en los últimos años y que han ayudado a que la retórica de los de derecha extrema. 

Hermanos de Italia fue fundado en 2012 y tiene como ancestro al Movimiento Social Italiano (MSI) de ideología neofascista que fue formado por seguidores de Mussolini. Hasta la fecha, el partido de extrema derecha mantiene el logotipo de posguerra: una llama tricolor.

Suavizar su imagen sin dejar su pasado atrás

Meloni ha fortalecido su imagen de mujer de pueblo, afianzado su posición poco a poco. Nacida en Roma en 1977, tuvo que vivir un pequeño drama personal luego de que su padre abandonara la familia con solo un año llegado vivir en las Islas Canarias.

El padre de Meloni, Francesco, era de izquierda, mientras que su madre Anna era de derecha. Esta divergencia y el trauma infantil es tema de especulación en los medios italianos, que aseguran que Meloni se volvió tan radical como una forma de venganza contra su padre. 

Con 15 años y viviendo en Garbatella, se unió al Frente Juvenil, el una de las alas del MSI neofascista, y posteriormente logró convertirse en la presidenta de la rama estudiantil del sucesor del partido, Alianza Nacional.

Desde el año 1992, conserva una gran amistad con Marco Marsilio, actual presidente de a región de Abruzzo, quien se ha convertido en uno de sus mayores aliados a lo largo de su carrera política. 

En 2008 ya rompió un hito al convertirse en la ministra más joven de Italia con la cartera de Juventud y Deporte durante el Gobierno de Silvio Berlusconi. Luego formaría su propio partido en 2012 y para el 2018 consiguió el 4% de los votos en las últimas elecciones celebradas. Ahora, en 2022 el partido político que ella formó y lidera, consigue hacerse con la mayoría alcanzando un poco más del 26% de los votos. Aliándose con Salvini y Berlusconi conseguiría la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar.

Los puntos a tratar con el resto de los socios de la UE estarán sobre la mesa y seguramente serán tema de polémicas. Aunque ha optado por mantener la línea dura contra Rusia, su retórica contra grupos LGBT o contra la migración, no han cambiado y parece que no retrocederá, en especial, porque sus socios se lo exigirán.

Habrá que ver de cerca los pasos que sigue esta política. Sus políticas podrían convertirse en el incentivo que necesitan otras naciones para empujar a los lideres de ultraderecha como Marine Le Pen, en Francia, o Santiago Abascal, en España. @mundiario

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