La geopolítica mundial: China comunista y los Estados Unidos de América

Fotografía del coronavirus atacando a todo el planeta Tierra.
Fotografía del coronavirus atacando a todo el planeta Tierra.
"...la China comunista es una dictadura totalitaria que aplasta cualquier voz discrepante, desde el ámbito político hasta el religioso. Es decir, es un régimen capaz de cualquier crimen contra la humanidad. ¡A ellos no les importa la vida humana!"
La geopolítica mundial: China comunista y los Estados Unidos de América

Algunos aún no creen que el coronavirus sea un virus creado en algún laboratorio chino. Con mucha intención, no mencionan que la China comunista es una dictadura totalitaria que aplasta cualquier voz discrepante, desde el ámbito político hasta el religioso. Es decir, es un régimen capaz de cualquier crimen contra la humanidad. ¡A ellos no les importa la vida humana!

Por ejemplo: El dictador comunista Mao mató, en 27 años de dictadura, a más de 75 millones de chinos. Otro dato histórico es que en la Plaza de Tiananmén, junio de 1989, la dictadura china reprimió brutalmente las protestas que exigían libertades políticas. La Cruz Roja ha mencionado que miles de miles fueron asesinados sumado que los heridos pueden ser entre 100, 000 a 1’00,000 de chinos. Algo más reciente, es la brutal represión contra la minoría musulmana uigur –al grado- que a los ciudadanos musulmanes los mandan a campos de concentración (sí y en pleno siglo XXI, por más que suene increíble) para “reeducarlos culturalmente”. Es decir, para obligarlos a renunciar a su credo confesional.

Pero la geopolítica mundial es más complicada y desde el punto de vista china han existido, y aún existen, matices muy anti occidentales que haré recordar con gran paciencia:

Desde noviembre de 1900 hasta septiembre de 1901, aconteció el levantamiento de los bóxers contra las potencias occidentales. Por buena parte del siglo XIX, la entonces China imperial –gobernada por la dinastía manchú Qing- otorgó concesiones comerciales y territoriales a las potencias occidentales, incluyendo el Japón imperial. Como breve paréntesis es válido mencionar que Occidente (podemos llamarlo a Europa, las Américas, Australia, Nueva Zelanda y Japón) es una civilización, respaldada en valores judeo cristianos, totalmente diferente a la civilización sínica (como la definición Samuel Huntington en el libro El Choque de Civilizaciones) o china, basada en los valores confucionistas. Es decir, históricamente, los chinos se sienten totalmente diferente a nosotros “los occidentales.”   Podrán vestir terno y comunicarse en inglés, pero éso jamás los hace “occidental” sumado a que los chinos, históricamente, siempre han rechazado los intentos de cristianizarlos, como pretendieron los españoles y portugueses en el siglo XVI. No quiero extenderme, en demasiados siglos, pero lo cierto es que a ellos no les gusta nada la cosmovisión surgida de la cruz de Cristo. ¡Lo verán como antinatural o anti patriótica!

Volviendo con el levantamiento de los bóxers, la entonces emperatriz Ci Xi permitió, con mucha alevosía, que los bóxers -una secta muy radical y anti occidental- atacarán militarmente las embajadas de las potencias occidentales que se encontraban aledañas a la llamada Ciudad Prohibida, la residencia oficial para los emperadores chinos y sus cortes. Finalmente, el 14 de agosto de 1901 –tras 55 días de asedios- un ejército de 54,000 soldados, de las potencias occidentales, sofocó el levantamiento bóxer, entrando triunfalmente en Pekín. Muy a pesar de la derrota, los chinos consideran al levantamiento de los bóxers como un acto patriota contra el imperialismo occidental.

Es muy probable que el fracaso del levantamiento de los bóxers sea una de las causas de la caída de la Dinastía Qing, tras la llamada revolución de 1911, y el establecimiento de la república liderada por Sut Yat-sen.  La importancia de Sut Yat-sen es que él fue el fundador del partido Kuomintang, Partido Nacionalista Chino, que gobernó por muchas décadas en Taiwán o la China democrática. Volviendo con Sut Yat-sen, él fallece, en el año 1925, sin poder consolidar un proyecto modernizador y republicano para toda la China. En esa circunstancia política, se desata la guerra civil china entre los nacionalistas, liderados por Chiang Kai - shek, y los comunistas, liderados por Mao Zedong. La guerra civil fue muy larga porque inició en 1927 y terminó un infausto 01 de octubre de 1949 con el triunfo comunista del dictador Mao.

Siempre he considerado que el presidente estadounidense Truman cometió un grave error en no apoyar con todo (desde armas hasta dinero) a Chiang Kai – shek porque la instauración del comunismo, en China, solo ha originado una criminal dictadura que actúa matonescamente, por muchos lustros, mientras que el Taiwán o China democrática, instaurado por Chiang Kai – shek –tras la derrota en la guerra civil- es una sólida democracia donde existen las más absolutas libertades sumado a que su manejo sobre la pandemia es mucho mejor que la China comunista. Taiwán o la China democrática, de acuerdo a la data del diario estadounidense The Washington Post, solo tiene 432 infectados y solo 6 de sus ciudadanos han fallecido. Por lo menos quien escribe, no creo en los datos otorgados por la dictadura china sobre sus infectados y muertos. Sin duda alguna, deben ser mucho mayores, nada más que lo ocultan porque es una criminal dictadura totalitaria, valga la redundancia. La misma regla lo aplica sobre la data oficial dada por las dictaduras socialistas en Cuba y Venezuela.

El siguiente error fue no neutralizar el accionar militar de la China comunista en la Guerra de Corea (1950-1953). Es de conocimiento público que la China comunista apoyó, con toda la logística posible, a la Corea norcoreana o comunista en un artero y rápido ataque hacia la Corea del Sur, la democrática Corea. Recuerdo que el general estadounidense Douglas MacArthur pretendió utilizar armas nucleares para neutralizar a la China comunista. El presidente Truman lo desautorizó y le quitó el mando militar. Considero que la historia mundial hubiera sido diferente, si se hubiera parado “en seco” a la dictadura china como se debió hacer con el dictador Hitler en la Conferencia de Múnich, no permitirle que obtenga las Sudetes y la posterior Checoslovaquia a cambio de no iniciar la Segunda Guerra Mundial que, lamentablemente, inició el 01 de septiembre de 1939. Como diría el gran historiador griego Polibio “la historia es cíclica”.

Otro grave error, a largo plazo, cometido por los Estados Unidos de América –bajo el gobierno de Richard Nixon- fue promover que la China comunista ocupe el asiento en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en lugar de la China demócrata o Taiwán. Los cortoplacistas dirán que era para romper el bloque comunista, liderado por la Unión Soviética, o que era mejor atraer a la China comunista al bando “occidental”. Pero, los más astutos fueron, sin duda alguna mirándolo a largo plazo, la China comunista porque supo atraer la tecnología occidental y usarla para su despegue como potencia mundial que rivaliza con los Estados Unidos. Ellos retrocedieron un paso, para avanzar dos pasos. Además, a pesar del reconocimiento hacia la China comunista, ésta seguía siendo una cruel dictadura totalitaria que reprime brutalmente cualquier acto de oposición. Es cierto que la China comunista se abrió económicamente más no políticamente, me refiero en libertades políticas. Hasta en la actualidad, sigue gobernado por un sistema de partido único, el del partido comunista.

Lo más reciente data del año pasado, el presidente estadounidense Donald Trump ganó la guerra comercial a la China comunista, obligándolos –por primera vez en la historia- que China firme un nuevo acuerdo arancelario con los Estados Unidos. Así, Estados Unidos dio un certero grupo a la actitud matonesca de la dictadura china que buscaba, siempre, ganar más dinero, invirtiendo lo menos posible. Era un negocio injusto que solo gobiernos estadounidenses pusilánimes aceptaban para que China siga siendo su “aliado” cuando, en la realidad, no era su aliado más bien es su rival comercial.

En la lógica de la dictadura china, tenían que vengarse de la firma del nuevo acuerdo comercial. ¡A cualquier costo! Como ellos tienen otra cosmovisión que el Occidente, decidieron –en el caso que el virus fuera creado en el laboratorio de Wuhan- lanzar el virus para destruir las economías occidentales e impedir la reelección de Trump porque un dirigente del Partido Demócrata siempre será mejor recibido que el derechoso y/o duro Trump. Es muy probable, con un político medias tintas como el demócrata Joe Biden sería el Presidente que más le convenga a la dictadura china. Me imagino a un asesor político de la dictadura, que les habría dicho que, cueste lo que cueste, hay que impedir la reelección de Trump porque serían 4 años más de una política muy dura y rival sumado, a que sí Trump hace unos buenos 8 años, dejaría a otro republicano en la Casa Blanca. Es decir, por lo mínimo, los derechosos y duros Republicanos estarían gobernando 12 años los Estados Unidos. ¡Tremenda posibilidad que tendría que ser detenida bajo la lógica de la dictadura china! Si en 3 años, Trump logró la victoria con un nuevo acuerdo comercial, más años sería la derrota para la dictadura totalitaria. También ese asesor político les hubiera dicho: “es ahora o nunca”.

La actual pandemia es un capítulo más de una geopolítica muy dura entre China comunista y los Estados Unidos. Por éso, es válido recordar los aliados de la dictadura que son la Rusia de Putin, otro dictador que lleva 20 años en el poder, la dictadura teocrática iraní, la longeva dictadura comunista cubana y, para cerrar como la rica cereza en la torta, la narco dictadura chavista de Maduro. Las más crueles dictaduras son las aliadas de la dictadura totalitaria china. Por lo menos quien escribe, en coherencia política, jamás tomaría ni un té con estos dictadores ni con sus agentes que son muchos en las Américas.

Como reflexión final, los verdaderos demócratas, de las Américas y Europa, debemos mirar como aliado a Taiwán. Primero porque es una sólida democracia. Segundo porque combate eficazmente el virus chino, es un país ejemplo que casi nadie pretende emular, y tercero, porque el histórico asunto -desde el año de 1949- sobre el gobierno legítimo chino se debe zanjar ya. Para quien escribe, el único y legítimo interlocutor de una China constitucional y demócrata es la China nacionalista que reside en Taiwán. Los otros son unos asesinos y totalitarios que son capaces de cualquier maldad contra su pueblo y la humanidad.  ¡Debemos apoyar con todo a la China demócrata en Taiwán! @mundiario

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