El futuro político de Carme Chacón sigue en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba

Alfredo Pérez Rubalcaba.
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Si bien se medirá en la distancia con sus rivales, su juventud, preparación y ambición juegan a su favor, al igual que las encuestas que la sitúan como mejor candidata.

El futuro político de Carme Chacón sigue en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba

No dice adiós, sino hasta luego, es una huida con regreso.  Ese  es el mensaje que ha trasladado la socialista Carme Chacón al informar que renuncia a su escaño en el Congreso de los Diputados para dar clases en una universidad pública –detalle a no perder de vista- de Estados Unidos entre críticas al líder de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, insistencias sobre que no abandona la actividad política y lo que podrían entenderse como advertencias a sus detractores y posibles adversarios de que participará en las principales citas del Partido Socialista y  no descarta volver a optar a la Secretaría General del PSOE.

De concejala y primera teniente de alcalde de Esplugues de Llobregat a ministra de Vivienda y posteriormente de Defensa, pasando por cargos orgánicos de primera línea, ha tenido una carrera política meteórica de la mano del zapaterismo que se ha visto truncada tras renunciar a participar en las primarias para la elección de candidato a las generales de 2011  y perder, por 22 votos, la batalla que disputó contra Rubalcaba por la Secretaría General del Partido Socialista. Desde ese momento, se convirtió en una diputada más entre todos y todas las que pasan por la Cámara Baja sin dejar huella, pero resistiéndose a mantenerse de forma permanente en un segundo plano y eligiendo momentos estratégicos para dar  golpes de efecto con los que decir “sigo aquí, no estoy amortizada”, y con un discurso definido para enfatizar su  perfil como líder nacional del PSOE.  Así, Carme Chacón marcó la campaña del PSC a los comicios del 25-N mostrándose contraria al independentismo, rompió la disciplina de voto del Grupo Parlamentario Socialista negándose a votar una iniciativa soberanista y ahora anuncia que se va por un tiempo. 

Si los motivos de su marcha son estratégicos y se enmarcan en su afán por liderar las filas socialistas, el tiempo dirá si su decisión es la acertada o no. Irse  le permitirá distanciarse de una de las peores etapas del socialismo, pero a su vuelta seguirá sin poder presentarse bajo la premisa de renovación, ya que siempre estará estigmatizada por haber formado parte de un Gobierno que algo tiene que decir sobre la situación que atraviesa el país. Aunque  tendrá que medirse en la distancia con sus posibles rivales y recuperar apoyos, su juventud, preparación y ambición juegan a su favor, al igual que algunas encuestas que la sitúan como mejor candidata a la Moncloa por delante de Eduardo Madina, Patxi López y Rubalcaba, pero, al menos por ahora, su futuro político parece estar en las manos de este último, ya que es él a quien le corresponde marcar los tiempos de la renovación del Partido Socialista.

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