El fundador de Twitter apoya el veto a Trump pero dice que es “peligroso”

El fundador y director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey. / Forbes
El fundador y director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey. / Forbes
El presidente saliente había publicado en Twitter más de 55.000 mensajes durante más de 11 años y contaba con 89 millones de seguidores. En ese tiempo sembró la semilla del nacionalismo y de su idea de "EE UU primero".
El fundador de Twitter apoya el veto a Trump pero dice que es “peligroso”

¿No es censura, sino prevención? Las redes sociales han sido el arma política más eficaz de un magnate de la industria inmobiliaria que surgió como un outsider del establishment tradicional que durante años ha gobernado la mayor potencia mundial. El ahora presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, vendió su discurso como la retórica antisistema que más emociones, sesgos y pasiones despertó en el segmento radical de la sociedad norteamericana. 

Sin duda, el actual inquilino de la Casa Blanca llegó a Washington para poner de cabeza una opinión pública impulsada por sus bases extremistas y el sentimiento ultranacionalista del ala más conservadora del país, tanto en la población civil como en la clase política; en el Partido Republicano. Eso lo logró en una plataforma donde prácticamente lanzó los anuncios más importantes de su Gobierno, que está a solo seis días de expirar. 


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Y es que el director ejecutivo y fundador de Twitter, Jack Dorsey, ha argumentado en un hilo publicado en la propia red social la decisión de su compañía de suspender indefinidamente en la plataforma la cuenta del presidente saliente de EE UU, Donald Trump. 

Luego del asalto al Capitolio, sede del Congreso, el pasado 6 de enero, la red social decidió vetar a Trump para evitar que propagara más mensajes aludiendo al presunto fraude de las elecciones presidenciales de noviembre, que no existe, y animando a sus seguidores a subvertir el orden establecido para evitar que Joe Biden llegue al poder, pues Donald Trump difundió hasta el cansancio que su sucesor demócrata es un “presidente ilegítimo”, lo cual no tiene base jurídica, electoral ni política. Es una evidente realidad artificial impuesta virtualmente por Trump.

A juicio del CEO de Twitter, esta ha sido una “decisión correcta, pero, al mismo tiempo, sienta un precedente peligroso en un Internet global y libre, por el poder que un individuo o corporación tiene sobre una parte de la conversación pública global”, tuiteó Dorsey este miércoles.

La compañía busca evitar que su plataforma se convierta en un caldo de cultivo para teorías conspirativas, posiciones extremistas y el surgimiento de movimientos antisistema similares al que creó Donald Trump desde su campaña electoral de 2016 bajo los lemas ‘Make America great again’ y ‘America first’, cuyos resultados no son palpables en la actualidad. 

Dorsey afirma que la decisión de bloquear indefinidamente a Trump en Twitter fue la adecuada, pero advierte de que “una prohibición de este tipo tiene ramificaciones significativas y, a largo plazo, puede erosionar el propósito de un Internet abierto”, señaló en una serie de tuits.

Es decir, Dorsey teme que el bloqueo sobre Trump genere un descontento que sea interpretado por la opinión pública como una censura a lo que el propio presidente saliente ha calificado como “libertad de discurso”. El problema es que la naturaleza de su retórica derivó en un golpe civil a la institucionalidad y a la democracia estadounidense bajo sesgos extremistas y nacionalistas que no son propios de una política sana. 

El director ejecutivo de Twitter insiste en que “este es un momento de gran incertidumbre y lucha para muchas personas en todo el mundo” y asegura que su objetivo “se dirige a avanzar hacia un mayor entendimiento y una existencia más pacífica en la Tierra”.

El pasado viernes, la red social suspendió la cuenta personal de su usuario más famoso, más allá de ser el presidente de EE UU, también por ser una figura mediática de mucha influencia para la sociedad norteamericana incluso antes de que llegara al poder. Trump había publicado más de 55.000 mensajes durante más de 11 años y contaba con 89 millones de seguidores. “Después de una revisión de los tuits recientes de la cuenta @realDonaldTrump y el contexto que los rodea, hemos suspendido permanentemente la cuenta debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia”, informó la compañía a través de un comunicado.

Esa plataforma que durante más de una década le sirvió a Trump para plantar la semilla del nacionalismo bajo la sesgada idea de que EE UU debe estar primero por encima de cualquier otra nacionalidad o país del mundo, ahora está en un blackout indefinido por las mismas ambiciones del presidente saliente.

“Creo que Internet y la conversación pública global es nuestro mejor y más relevante método para lograrla (una existencia más pacífica en la Tierra). Todo lo que aprendamos en este momento mejorará nuestro esfuerzo, y nos empujará a ser lo que somos: una humanidad trabajando junta”, sentenció el jefe de Twitter. @mundiario

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