¿Funciona el Tribunal de Cuentas español a la hora de supervisar los partidos?

Logotipo del Tribunal de Cuentas de España.
Históricamente se achaca una falta de transparencia del Tribunal de Cuentas en relación con los informes sobre financiación de los partidos políticos.
¿Funciona el Tribunal de Cuentas español a la hora de supervisar los partidos?

Queremos  saber cuánto ingresan los partidos, cuánto gastan y en qué.  La mayoría de las empresas privadas están sometidas a unos rigurosos sistemas de control y auditorías internas y externas, impuestos por Ley, Decreto, Real Decreto… elaborados por el Gobierno, a su vez, formado por representantes de partidos políticos. En la empresa privada, las responsabilidades civiles y penales de los administradores son enormes y la remuneración de los administradores de las empresas cotizadas tiene que hacerse pública; la de partidos, no.

Desde el punto de vista económico, los partidos están bajo supervisión del Tribunal de Cuentas y deben regirse por la Ley orgánica 8/2007 sobre  financiación de Partidos. En octubre 2012 se publicó en el BOE una actualización de esta ley  que establece  un recorte del 20 por ciento en las subvenciones públicas. Partidos y fundaciones deben declarar las aportaciones que superen los 50.000 euros.

Según los presupuestos de 2013, la asignación a los partidos se ha reducido en los últimos años y para 2013  pasa de los 113,7 millones de euros a 66,2 más 2,7 para sufragar gastos de seguridad.

Corresponde en exclusiva al Tribunal de Cuentas (institución pública)  el control de la actividad económico-financiera de los partidos políticos así como el control sobre la regularidad contable de las actividades económico-financieras que realicen.

Históricamente, sin embargo, se achaca también una  falta de transparencia del Tribunal de Cuentas en relación con los informes sobre financiación de los partidos políticos. El último informe del TC que audita las cuentas de los partidos es del año 2007.

El Tribunal de Cuentas está integrado por doce miembros, que tienen la denominación de Consejeros de Cuentas designados, como se ha visto, por las Cámaras legislativas. En total 26 personas dedicadas a supervisar la contabilidad de los partidos.

Cuentan con un presupuesto para 2011 de unos 62 M€ de los cuales 52M€ son para gastos personal  y resulta sorprendente que en su programa fiscalizador para 2013 se encuentre la fiscalización de los estados contables de los partidos políticos del ejercicio 2008-2009-2010-2011 y digo sorprendente, porque en su programa 2012 también se fijaba este objetivo sobre las cuentas del 2007-2008-2009-2010 y 2011-

La transparencia sería un extraordinario modo de mejorar nuestra imagen y credibilidad en el mundo a través de la posible  labor ejemplarizante que ahora el PP debiera acometer en el ámbito de la financiación de partidos para hacerla luego extensiva a todo lo público.

Tienen una oportunidad por delante para demostrar su labor ejemplar, para que en  España se pueda hablar de gobierno de los mejores, frente al  “cualquierismo “que domina la actividad política.

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