Franco y la guerra de los 80 años

Tumba de Franco
Tumba de Franco.
La exhumación de Franco puede abrir la posibilidad de la reconciliación entre los españoles de una vez para siempre.
Franco y la guerra de los 80 años

Esta semana el Tribunal Supremo ha avalado, por unanimidad, la exhumación del cuerpo de Franco y trasladarlo a El Pardo. Desde el Gobierno se ha calificado de éxito; de gran victoria de la democracia; de justicia, memoria, dignidad; y de reparación del sufrimiento de las víctimas del franquismo. Palabrería. Quizá la auténtica victoria de la democracia hubiera sido sacar los restos de Franco al día siguiente de la formación del primer gobierno democrático tras la dictadura. El resto son gestos de cara a la galería. No obstante, me congratulo con el Gobierno. Somos realmente afortunados. La situación de la Sanidad, la Educación, los Servicios Sociales, y de tantos problemas que amenazan al país debe ser poco importante cuando el objetivo principal del Gobierno es la exhumación de Franco.

Soy insultantemente joven. Eso no se le escapa a nadie. Nací en 1974, un año antes de la muerte de Franco. Por supuesto, siempre he sabido que el dictador estaba enterrado en el Valle de los Caídos. Pero jamás le di la más mínima importancia. Era algo que ni a mí, ni a mis coetáneos nos ha resultado trascendente. Jamás, entre la gente de mi generación —e imagino en las generaciones más jóvenes— ha sido un tema recurrente de conversación. Como mucho, quizá, algo puntual. Se le ha dado la misma importancia que al lugar de enterramiento de Carlos IV—en la cripta del Real Monasterio de El Escorial, para los de la LOGSE—. Curiosamente, se habla más ahora de Franco que hace veinte o treinta años. Todos conocemos a alguien que fue torturado o asesinado durante la guerra. De esto hace ya ochenta años. ¿No ha pasado demasiado tiempo para empezar a olvidar? ¿Vamos a seguir odiándonos? ¿Hasta cuándo? ¿También odiaremos a los romanos por su invasión? Es hora de pasar página.

Imagino que todos los españoles estarán a favor de la exhumación de Franco de El Valle de los Caídos, como también de dar digna sepultura a todos los que están en las cunetas y anular los juicios políticos. Solo pueden oponerse a esta medida los franquistas y algún nostálgico irredento. Pero, si esto sirve para que España firme la paz definitivamente, yo me apunto. Ojalá a partir de ahora todos los españoles, juntos, y de una vez para siempre, podamos combatir la corrupción, tener una educación sobresaliente, luchar contra el paro, reclamar pensiones justas, proteger a los más desfavorecidos... En una palabra, buscar lo mejor para el país sin divisiones de izquierda y derecha, sin rojos ni azules. Hagamos borrón y cuenta nueva. Empecemos de nuevo a soñarlo todo. Sin rencores. ¿Creen que seremos capaces? A partir de ahora, los libros de historia indicarán que la Guerra Civil Española empezó en 1936 y terminó en 2019. Ochenta años después. ¡Qué país de estúpidos somos!

Piensen. Sean buenos.

Coincidirán conmigo que un artículo sobre Franco, no merece la inclusión de un temazo. Sería malgastar una bonita canción. Ya que estamos hablando de muertos, permítanme incluir una canción fúnebre. No es serio este cementerio. Por lo menos nos reímos un poco con la canción. Con todos ustedes: ¡Mecano!

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