Francisco Largo Caballero, el obrero que llegó a presidente del Gobierno

Largo Caballero.
Largo Caballero.

Un socialista y sindicalista autodidacta, defensor de la clase obrera, que anteponía las condiciones laborales a la libertad y la democracia. Nunca dejó de ser obrero.

Francisco Largo Caballero, el obrero que llegó a presidente del Gobierno

Francisco Largo Caballero nació el año 1869 en Madrid, en Chamberí. Estudió pocos años en la Escuela Pías de San Antón. A los 7 años ya empieza a trabajar, sucesivamente en una fábrica de cartones, un taller de encuadernación, una cordelería, hasta que con 9 años aprende el oficio de estuco, aplicar escayolas, su oficio durante 32 años, donde ganaba tres pesetas al día.

Con 21 años se afilia a la UGT y escucha hablar a Pablo Iglesias. En 1893 ingresa en el PSOE, lee El Socialista, donde aprende las doctrinas de Marx y Pablo Iglesias. En 1899 es nombrado vicetesorero de la UGT y vocal del Comité Nacional del PSOE. Tenía 30 años.

En 1905, con 36 años, al ser nombrado concejal de Chamberí deja el trabajo de estuco. La agrupación socialista le paga 50 pesetas semanales, es la primera vez que cobra de la política. En 1908 es elegido diputado provincial  por Alianza de Izquierdas. Fue encarcelado en 1909, 1911, 1917 por diferentes motivos. En 1918 es elegido vicepresidente de la UGT con Pablo Iglesias y diputado en Cortes por Barcelona.

En 1918, a la edad de 49 años, fue elegido como secretario general de la UGT, cargo que ocupó durante 20 años, hasta 1938. Defiende el intervencionismo: “Presión y participación en todas las instituciones del Estado en la cuestión social para mejorar las condiciones laborales y vida de los trabajadores, sin renunciar al socialismo”.

Era una transformación completa de la sociedad a lo que se llamó “caballerismo” en su honor, o reformismo revolucionario:  “Consideramos una necesidad que el Estado intervenga en la legislación social que mejore la condición de la clase obrera”.

Sin conocer idiomas viaja a Amsterdam, Viena y Washington, donde en 1919 es elegido miembro del Consejo de Administración de la OIT. Se opone a la entrada en la 3ª Internacional de Lenin.

En 1931 se proclama la II República. Es nombrado ministro de Trabajo de los gobiernos de Alcalá Zamora y Azaña, donde pone en marcha la Ley de Contrato de Trabajo, la jornada de 40 horas, los jurados mixtos para resolver problemas, etcétera.

En 1932 es nombrado presidente del PSOE sucediendo a Julián Besteiro. En un mitin en 1933 en Jaén dice: “He sido concejal, diputado provincial, diputado a cortes y ministro. Al dejar los cargos no he tenido que volver a la clase obrera, porque jamás salí de ella”. Y añadió: “La redención de la humanidad sólo la puede hacer la clase obrera”.

Participa en la Revolución de Asturias del 34, es detenido y encarcelado en la Cárcel Modelo de Madrid. Queda libre sin cargos en 1935. En un mitin en Linares, antes de las elecciones del 36, declara: “La clase obrera debe adueñarse del poder político, la democracia es incompatible con el socialismo y si el poder no lo entregan voluntariamente, hay que ir a la revolución”.

En septiembre de 1936 es nombrado presidente del Gobierno sucediendo a José Giral. Es el primer obrero que lo consigue, y además ministro de la Guerra. Tiene problemas con el Partido Comunista, también con el POUM y la CNT en Barcelona y dimite en mayo de 1937. En 1939 se establece en París ayudado por la Federación Sindical. En 1941 Franco reclama su extradición.

En 1943 es detenido por la Gestapo y enviado a un campo de concentración en Berlín, tiene 74 años. En abril del año 1945 lo liberan tropas polacas, los rusos le ayudan pero regresa a París.

Muere en marzo de 1946 a los 76 años de edad. Más de 20.000 personas acuden a su entierro en el Muro de los Federados, mártires de la Comuna. Su cuerpo es trasladado a Madrid en 1978, donde acuden más de 500.000 personas a su funeral.

¿Qué haría hoy Largo Caballero?
Francisco Largo Caballero fue un obrero, autodidacta, sindicalista y dirigente de la UGT y PSOE, que llegó a Presidente del Gobierno. Se puede estar a favor o en contra de sus ideas, sus palabras, sus hechos u obras, pero nunca ha engañado a nadie: siempre se consideró de la clase obrera, un revolucionario. Hay que tener en cuenta los difíciles años en que le tocó vivir.
¿Qué diría hoy Francisco Largo Caballero de la situación de los trabajadores? Posiblemente que con la democracia no se come: el sistema capitalista actual lleva a las clases trabajadoras a la pobreza absoluta. Afirmaría, como dijo antes, que hoy no existe una verdadera libertad ni democracia, por lo que es necesaria la revolución.
¿Qué haría hoy Francisco Largo Caballero en la UGT y en el PSOE si llegase a ver lo que hay? Posiblemente lo que Jesús en el templo: expulsaría a casi todos.

 

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