Francia trató mejor a su presidente 'corrupto' Chirac que España a su rey emérito

El expresidente de Francia, Jacques Chirac. / Twitter
El expresidente de Francia Jacques Chirac. / Twitter
Se ve que la forma política estatal monárquica o republicana no exime de contar con sinvergüenzas al frente de las jefaturas del Estado por más que fueran votados por el pueblo soberano.
Francia trató mejor a su presidente 'corrupto' Chirac que España a su rey emérito

Jacques René Chirac (1932-2019) ocupó los cargos de primer ministro (1974-1976; 1986-1988), alcalde de París (1977-1995) y presidente de la República Francesa (1995-2007). El 21 de noviembre de 2007 fue imputado por desvío de fondos a miembros de su partido durante su mandato en la alcaldía de París entre 1977 y 1995. En diciembre de 2011, el Tribunal Correccional de París condenó a Chirac a dos años de prisión por malversación de fondos públicos en la contratación ficticia de funcionarios en el ayuntamiento parisino entre 1990 y 1995,7​ pena que no llegó a cumplir.

Juan Carlos I de España (1938) fue rey de España desde el 22 de noviembre de 1975 hasta el 19 de junio de 2014, fecha de su abdicación y del acceso a la Jefatura del Estado de su hijo Felipe VI. En junio de 2019, cinco años después de su abdicación, anunció su retirada definitiva de la vida pública e institucional.​ Un año más tarde, debido a crecientes sospechas, fue despojado por Felipe VI de la asignación presupuestaria que venía percibiendo de la Casa del Rey y el pasado 3 de agosto se hizo pública su voluntad de abandonar España ante la repercusión pública generada por "ciertos acontecimientos pasados" de su "vida privada".

España es ya en su funcionamiento político una república, como es en el mismo sentido un Estado federal. La única diferencia, no menos significativa, estriba en el método de designación de la jefatura del Estado.

Es curioso que en Francia, de incontestable tradición republicana, hayan tratado mejor a su presidente 'corrupto' Chirac que lo que ahora se está haciendo en España  con Juan Carlos I.

Se ve que la forma política estatal monárquica o republicana no exime de contar con sinvergüenzas al frente de las jefaturas del Estado por más que fueran votados por el pueblo soberano. @mundiario

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