En Francia, el segundo en las presidenciales podría ser el primero

Benoît Hamon.
Benoît Hamon.

El votante más moderado tiembla tras los últimos acontecimientos: trátense de los escándalos de François Fillon o de la derrota en las primarias socialistas del ex primer ministro Manuel Valls.

En Francia, el segundo en las presidenciales podría ser el primero

Lo importante no es quién ganará la primera vuelta de las elecciones francesas, ya que se da por descontado que será la ultra Marine Le Pen, sino quién quedará segundo, ya que éste podría concitar el acuerdo de los demás candidatos para evitar así el triunfo de la neofascista en la ronda final.

Hasta hace unos días, el favorito para ese segundo puesto conciliador era el candidato de centro derecha, François Fillon, ahora tocado del ala a causa de la corrupción familiar. ¿Si dejara, por ello, de ser el preferido para evitar que el establishment quede patas arriba, quién otro podría realizar esa labor?

Frente a Le Pen quedaría en principio la izquierda más dura, encarnada en el socialista radical Benoît Hamon y en el podemita (por calificarlo de alguna manera) Jean-Luc Mélechon. Es decir, una vez más esa dicotomía extremista que viene agudizándose en Gran Bretaña, Estados Unidos y otros países. Si cualquiera de ellos queda segundo en la primera vuelta, Francia tendrá un presidente radical: de extrema derecha, en el caso del triunfo final de Le Pen, o su contrario, si gana uno de los dos candidatos izquierdistas.

Por eso, el votante más moderado tiembla tras los últimos acontecimientos: trátense de los escándalos de Fillon o de la derrota en las primarias socialistas del ex primer ministro Manuel Valls.

La tarea de moderación, ocupando el espacio de centro-izquierda, quedaría en manos del ex socialista Emmanuel Macron, creador de un nuevo partido; claro que, si Fillon continúa en carrera disputándole el espacio centrista, el segundo clasificado podría ser definitivamente uno de los dos izquierdistas: así de complicado es el puzzle presidencial francés, con la más que probable radicalización política en el futuro.

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