La fractura social creada en Cataluña no desaparacerá en décadas

Cataluña, una comunidad autónoma dividida.
Cataluña, una comunidad autónoma dividida.

El Procés ha creado una fractura social en Cataluña que no se soluciona con la investidura del Sr. Turull que probablemente habrá tenido lugar cuando se publiquen estas líneas.

La fractura social creada en Cataluña no desaparacerá en décadas

Es cierto que el Parlament Catalán presidido por el Sr. Torrent tiene la intención de nombrar un presidente para formar Govern, en la persona del Sr. Turull,  pero es algo que dependerá del juez Llanera porque si este viernes decide procesar y encarcelarlo, el Rey, como Jefe de Estado, no podrá firmar el nombramiento porque la ley lo impide y España es un Estado de derecho por muchos lazos amarillos que se luzcan para afirmar lo contrario así como la existencia de presos políticos. Esto dará nueva publicidad al proceso independentista, que al fin y al cabo es lo que se pretende, pero no solucionará la fractura social provocada por el Procés en Cataluña ni tampoco permitirá la retirada de la aplicación del articulo 155 de la Constitución, condición que exige el PNV para aprobar los presupuestos que tanta falta hacen para poner en marcha los acuerdos que Ciudadanos logró arrancar al PP así como también las concesiones provocadas por el clamor popular, como el tema de las pensiones.

Cataluña quedará tristemente dividida en ricos y pobres, independentistas y constitucionalistas... Montones de conocimientos falsos habrán inculcado al odio a lo español.

Suceda lo que suceda el daño ya está hecho y se tardarán décadas en curar las heridas. El futuro cercano será una continuidad del presente. Los niños educados en colegios privados hablarán y escribirán perfectamente el español y conocerán una historia completamente distinta a la que habrán estudiado los niños que acudan a colegios públicos que además hablarán un mal español y lo escribirán con muchas dificultades. Cataluña quedará tristemente dividida en ricos y pobres, independentistas y constitucionalistas, unos pensarán que odiar a España es lo normal porque ya en el siglo XVI Castilla les prohibió comerciar allende del Atlántico y otros pensarán que en esa época no se debió rapartir el comercio dejando a Cataluña, entonces Reino de Aragón, todo el Mediterráneo. Montones de conocimientos falsos habrán inculcado al odio a lo español mientras que los que se alimenten de otras fuentes de conocimiento habrán decidido no perder el tiempo en vanas decisiones cuyo resultado será siempre el mismo porque es el que les transmite TV3, Canal Nou, o Radio Cat.. No habrá matrimonios mixtos ni familias mixtas ni amigos mixtos que no se separen como el agua y el aceite. Los educados como catalanes y españoles podrán trabajar en todo el territorio nacional y los educados en el odio y resentimiento por supuestas afrentas del pasado, solo trabajarán y veranearán en su pueblo o pueblos afines.

A los españoles nos duele ver esta situación aunque muchos catalanes no lo crean, y nos gustaría encontrar una solución que terminase con este actuar al margen de las leyes 

El panorama es tan triste que deberíamos tratar de corregirlo, aunque no se ve alternativa a corto plazo. Los independentistas han vuelto a perder en las urnas otro plebiscito más pero han logrado mantener mayor número de escaños. Esta situación lejos de ayudar perjudica porque al no estar la sociedad catalana dividida en partes iguales, sino que el apoyo al independentismo no pasa del 40% aún con el control de los medios y el tremendo gasto de propaganda, ha de ejercer su poder como siempre lo hacen las minorías, por la imposición y la propaganda. Es muy probable que si la mayoría de escaños hubiese caído con otra Ley Electoral, del lado del partido vencedor de Inés Arrimadas y los partidos constitucionalistas, los que no se sienten agraviados ni resentidos con nadie, es muy probable que hubiesen gobernado para todos y hubiesen centrado sus esfuerzos en mantener y llevar prosperidad a Cataluña, pero estando en manos de los independentistas tradicionales, los neoindependentistas, y los antisistema, su objetivo seguirá siendo la secesión aún reconociendo que su PIB caerá un 30%, que entrarán en quiebra, y que estarían aislados internacionalmente, porque su fin es provocar una independencia pactada que les permita mantener el poder. Cataluña estaría mucho peor pero los que están ahora bién económicamente y los que están amenazados por la justicia, incluyendo la banda del 3%, estarían igual o mejor.

A los españoles nos duele ver esta situación aunque muchos catalanes no lo crean, y nos gustaría encontrar una solución que terminase con este actuar al margen de las leyes, pero si el dialogo tiene dos Orden de Día que no coinciden ni en un punto, si unos solo quiere hablar de referéndum y otros de todo lo demás menos eso, no va a ser fácil. El independentismo que proclamó Artur Mas desde CIU por su enfado con las resoluciones del Tribunal Constitucional y la negativa de Rajoy al pacto fiscal, no puede tener como única alternativa la República Catalana con Puigdemont presidente, ha de haber otras maneras de convivir y respetar la Constitución que refrendamos todos y sobre todo Cataluña, pero la condición para sentarse a hablar debería ser el fin de adoctrinamiento, algo que incomprensiblemente impidió el PSOE en connivencia con el PP. @mundiario

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