Fracaso de la Escuela de Buen Gobierno del PSOE

Pedro Sánchez, en la Escuela de Buen Gobierno del PSOE.
Pedro Sánchez.

Si lo que pretendía Pedro Sánchez con esta operación de márketing era mostrar la unidad de su partido en torno a sí mismo, el fracaso de este objetivo político ha sido estrepitoso.

Fracaso de la Escuela de Buen Gobierno del PSOE

Durante el fin de semana el Partido Socialista Obrero Español ha reunido a militantes y cargos orgánicos en torno a la Escuela de Buen Gobierno. Pedro Sánchez, su Secretario General, perseguía mostrar músculo y exhibir unidad con el objetivo de tomar fuerza ante las emergencias electorales que viviremos el próximo año.

Sin embargo, todo esfuerzo ha sido inútil. Clamorosas ausencias –no asistieron los ex secretarios generales Felipe González o Pérez Rubalcaba, como también fallaron presidentes de comunidades autónomas como Ximo Puig, Javier Fernández o Susana Díaz– dejaban a las claras que no hay consenso alrededor del nuevo Pedro Sánchez, mientras que otros que sí fueron lo hicieron para criticar duramente la posición del PSOE en asuntos como el debate sobre la prisión permanente revisable o el Pacto por la educación, como hizo el histórico socialista Javier Solana. Para el PSOE el principal enemigo parece ser el PSOE.

Coincidiendo con este fin de semana de trabajo otro histórico del PSOE, Ramón Jáuregui, anunciaba que al finalizar su mandato como europarlamentario el próximo año dejará la política. O dicho de otro modo, se va cinco minutos antes de que su partido le muestre la puerta de salida.

El primer error de Pedro Sánchez ha sido tratar de exhibir unidad cuando lo que hay que hacer es primero construirla para después exhibirla. De este modo, lo que ha conseguido es hacer vox pópuli la guerra sucia, las zancadillas y las dificultades orgánicas con las que el secretario general se tiene que bregar cada día.

Por otra parte resulta presuntuoso tratar de enseñar buen gobierno cuando lo que está fracasando es la labor de oposición del PSOE. Con un parlamento fragmentado y un gobierno en minoría, con el centro derecha peleándose por el caladero de votos que comparte, con Podemos a la baja, los socialistas no parecen capaces mostrar un proyecto sólido, alternativo, que consiga con su labor un beneficio tangible para los ciudadanos.

Más allá de postureos o de posiciones testimoniales, instalado en la autocomplacencia, Pedro Sánchez pretende blindarse para la derrota en vez de preparase para la victoria. @EgeaPilar en @mundiario

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