El Foro reunido en A Toxa se ha convertido en noticia no por sus propuestas sino por sus carencias

Amancio López Seijas, creador del llamado Foro La Toja. / Mundiario
Amancio López Seijas, creador del Foro La Toja. / Mundiario
Sus análisis han quedado en entredicho por la falta de presencia de mujeres expertas en todos los campos.
El Foro reunido en A Toxa se ha convertido en noticia no por sus propuestas sino por sus carencias

“Las mejores mentes...”, rezaba el titular de un medio de comunicación a propósito de los participantes en el llamado Foro La Toja –se supone Foro A Toxa–, un evento que periódicamente reúne en la isla gallega a varias decenas de referentes políticos, económicos, académicos y empresariales para analizar la situación actual y proponer “recetas” que permitan superar los retos futuros. La mejores mentes son, de nuevo, cuarenta hombres y cuatro mujeres, demostrando que, más allá de las interesantes aportaciones que realicen los participantes, el análisis ha quedado en entredicho por la falta de presencia de mujeres expertas en todos los campos. Este foro ha decidido ser, solo, el de “las mejores mentes masculinas”.

La paridad no es un capricho, ni una moda ni un empeño; es un elemento central de la democracia. Laura Seara, ex secretaria de Estado de Igualdad, lo explicaba con claridad meridiana en la radio hace dos días: sin paridad no hay democracia completa; sin que la igualdad riegue el conjunto de las instituciones públicas y privadas, la sociedad seguirá construida renunciando a la mitad de la inteligencia, la mitad del talento, la mitad de lo que somos como especie. La igualdad no es un empeño del feminismo, es el camino imprescindible para desarrollarnos de manera completa, sin cercenar buena parte de nuestras posibilidades.

La igualdad, sin embargo, ha sido a menudo considerada como un tema “menor” , una suerte de  “acción política accesoria” que se desempolva en tiempos de bonanza y se guarda en el desván en tiempos de crisis: "Qué pesadez... con el daño que ha hecho el coronavirus, con las dificultades sanitarias y económicas a las que nos enfrentamos y ya están las feministas hablando de igualdad..." No es nueva esta actitud, ni siquiera patrimonio de los sectores más conservadores; basta recordar aquella foto de Tsipras y su gobierno “revolucionario”, lleno de hombres sin corbata.. y sin mujeres. Tal vez la revolución pueda hacerse en camisa, pero no es posible hacerla sin mujeres.

Pero el poder ha sido –y aún es– reactivo a ensanchar sus límites e incorporar la igualdad como parte sustancial de su conducta. El poder económico, político, el poder mediático cree, aún, que el feminismo es un asunto que se sustancia sólo en marzo, colocando banderas violeta en los balcones o sujetando pancartas en las manifestaciones. Pasado el día, pasó la romería y “las mejores mentes” deben volver a ocupar el espacio público. Sin embargo no es posible, ya, silenciar y orillar a la mitad de la población. La igualdad ha venido para quedarse y quienes no lo entiendan corren el riesgo, no solo de perder el talento que aportan las mujeres sino de resultar inútiles para la sociedad actual. Buena prueba de ello ha sido lo sucedido esta semana con el Foro de A Toxa, convertido en noticia no por sus propuestas sino por sus carencias. Las mejores mentes se han quedado, esta vez, un poco escasas. @mundiario

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