Carme Forcadell, presidenta del Parlament, defendió este día ante la juez que le investiga por desobedecer a la cámara autónoma para que ésta pueda promover debates sobre la independencia de Cataluña. "Si en la calle se puede hablar de independencia, ¿cómo no pueden hacerlo los parlamentarios?", aseguró en una comparecencia de media hora ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Forcadell ha contestado sólo a las preguntas de su abogado, mas no a las de los ficales ni a las de Maria Eugènia Alegret, magistrada instructora.
El proceso contra Forcadell se abrió el 27 de junio luego de que autorizara al Parlament votar las conclusiones de un estudio sobre el "proceso constituyente", con todo y el veto del Tribunal Constitucional. La jefa, no obstante, ha negado la mayor. De acuerdo a sus palabras, el Constitucional no prohibió de forma deliberada ni el debate parlamentario ni la votación.
Independientemente de ese argumento, Forcadell ha reforzado su tesis de que la votación del 27 de julio no fue premeditada, sino que se decidió en el acto por petición de Junts pel Sí y la CUP. Aparte ha protestado que, en su calidad de presidenta, no tiene poder para impedir el debate si los legisladores lo exigen. Ha negado también que el informe jurídico que le mostraron ese día fuera una amenaza deliberada para impedir la votación. Frocadell ha asegurado que fue un "acto político" y defendió la legitimidad de la votación. En su defensa citó dos informes jurídicos -uno previo y otro posterior a la votación- que visten de legalidad sus acciones.
Contrario a lo que hizo el expresidente de la Generalitat Artur Mas al ser interrogado por la consulta del 9-N, la actual jefa de la cámara renunció a hacer una intervención inicial. Contestó las 25 preguntas de su abogado, Andre van den Eynde, experto en procesos penales. "Yo tenía el deber de proteger la inviolabilidad de los diputados, de la misma manera que ustedes tienen obligación de guardar la mía", le dijo a José María Romero de Tejada y Francisco Bañeres, fiscales presentes.
En una conferencia otorgada al mediodía en el Parlamento, a la que acudió totalmente sola, Forcadell reiteró la tesis expuesta en su declaración frente al TSJC y avisó que no dejará que ningún tribunal pueda actuar como órgano censor" y tampoco que "sea el Parlamento el que se autocensure" pues "si abrimos las puertas a la censura ya no las podremos cerrar". También acusó a las administraciones del Estado de "utilizar el poder judicial para coartar el derecho de un parlamento".
Siguiendo las intervenciones previas, la presidenta del Parlament ha defendido que en una cámara "se debe poder hablar de todo" y, sobre todo, que "los debates de la calle entrarán en esta cámara", en alusión al debate de la independencia. Recordó que durante el pleno en el que se aprobaron las conclusiones de la comisión de estudio del Proceso Constituyente "todo el mundo pudo hablar".
"No se puede perseguir por la vía penal el debate de las ideas", agregó Forcadell, quien ha repetido una idea salida del Tribunal: "¿Cuál es el lugar donde se ha de poder hablar si no es en el Parlament?"
Al ser interrogada por los periodistas, evitó pronunciarse sobre cuáles deberían ser los actos seguidos a una potencial "inhabilitación" en su cargo. Forcadell agradeció las muestras de apoyo que le llegaron el día de hoy tanto antes como después de su declaración en el tribunal y ha asegurado que "lo que está en juego es la democracia y no el futuro político de una persona". @hmorales_gt