El fiscal especial de la trama rusa quiere ‘acorralar’ a Trump
El cuestionario de Mueller, revelado por The New York Times, presenta al presidente estadounidense más como sospechoso que como testigo. Las preguntas no han sido oficialmente presentadas ni tienen por qué ser respondidas.
El fiscal especial, Robert Mueller, tiene preparada una batería de 49 preguntas destinadas a conocer la implicación en la trama rusa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Según indica El País, las cuestiones fueron avanzadas por The New York Times e incluyen desde los oscuros manejos del destituido consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y el abrupto despido del director del FBI, James Comey, hasta las comunicaciones con el fiscal general, Jeff Sessions, y los supuestos vínculos y negocios con Moscú.
Como señala el diario, las preguntas parecieran presentar al presidente estadounidense más como sospechoso que como testigo. Las preguntas no han sido oficialmente presentadas ni tienen por qué ser respondidas. El presidente sigue sin haber sido declarado formalmente “objetivo de la investigación” y tampoco se están preparando, de momento, cargos en su contra.
So disgraceful that the questions concerning the Russian Witch Hunt were “leaked” to the media. No questions on Collusion. Oh, I see...you have a made up, phony crime, Collusion, that never existed, and an investigation begun with illegally leaked classified information. Nice!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 1 de mayo de 2018
Si Trump acepta contestar, se enfrentará a la partida más importante de su presidencia. De su testimonio, en caso de contradicción o falsedad, puede derivar un impeachment, un proceso que se dirimiría en el Congreso que está bajo mayoría republicana, pero en noviembre hay elecciones legislativas..
El fiscal ya ha imputado a seis personajes de la órbita de Trump y ha logrado que cuatro de ellos colaboren, entre ellos el exconsejero de Seguridad Nacional Michael Flynn. Con estos antecedentes, las preguntas representan un riesgo evidente, pues en ellas afloran las sospechas de connivencia y obstrucción a la justicia. Se le interroga al presidente sobre sus vínculos con Rusia, sus posibles intentos de reunirse con Vladímir Putin, las comunicaciones de sus asesores con Wikileaks y su conocimiento mismo de la campaña de intoxicación masiva lanzada durante las elecciones por Moscú contra la candidata demócrata, Hillary Clinton. @mundiario
